Tesla Model 3, el coche eléctrico fabricado por el magnate Elon Musk, ha recaudado 400.000 reservas de 1000 € cada una: es legítimo que tenga grandes planes para el futuro.
Tres meses después de la producción, el CEO de Tesla reflexiona sobre el posible triunfo de ventas que en Estados Unidos lo posicionaría por encima de los BMW Serie 3 y Mercedes C-Class en solo un año. Es una empresa titánica: para lograrlo, Tesla tendría que vender el equivalente a todos los autos eléctricos vendidos en todo el planeta en 2016 en un año.
Aquí hay un gráfico (haga clic en la imagen para ampliar) que resume los planes de producción del Tesla Model 3:
IEl auge de las solicitudes también ha generado la necesidad de gestionar bien los componentes que serán comprados por la empresa de Musk: El diseño del Tesla Model 3 no incluirá grandes variaciones, con una única pantalla de 15 pulgadas (a diferencia de la 2 del Model S) colocada en el centro del salpicadero, sin otros adornos en los asientos traseros u otras pantallas.
Incluso la longitud total de los cables necesarios para cablear el Tesla Model 3 se ha reducido a la mitad, de 3 km (!!) del Model S a un kilómetro y medio del actual.
"Por otra parte," dice el mismo Musk "Cuanto más autónomo es el coche, menos información necesitas: ¿qué tamaño quieres que tenga el panel de información de un taxi que te aloja?". En resumen, soluciones inteligentes (y espartanas) para mejorar la eficiencia de producción y la relación calidad-precio: sin puertas de ala de gaviota o quién sabe qué otras diabluras luminosas. Un coche real, imprescindible, totalmente eléctrico. Seguro, alcanza los 100km / h en 6 segundos, tiene un atractivo enorme y tendrá una propagación viral pero… ¿a quién le importan estos detalles? :)
Suena excéntrico, pero es un detalle que no puede pasarse por alto: Dentro de los tres, como máximo seis meses desde el inicio de la producción (y exclusivamente para no perder la clientela de los modelos más caros), el software Tesla Model 3 le permitirá conducir de forma completamente autónoma. Esto también es innegablemente un aspecto revolucionario de la misma.
De hecho, 2018 será el primer año que abordará seriamente un modo de transporte probablemente destinado a cambiar por completo la forma en que nos movemos.