A menudo tendemos a pensar en las innovaciones en el campo de la seguridad vial como soluciones limitadas a los automóviles, pero un equipo de diseñadores holandeses nos hace comprender cómo incluso la propia carretera puede desempeñar un papel activo. Así nació una serie de estudios interesantes para hacer más segura la conducción.
El concepto Líneas brillantes Sigue el ejemplo de las líneas de reflectores que se pueden encontrar aquí y allá en las autopistas europeas, pero reemplaza esta última con una pintura luminiscente especial capaz de emitir un brillo suave durante aproximadamente 10 horas durante la noche: la diferencia es sustancial, las carreteras permanecerán iluminadas incluso si no hay faros para iluminarlos, y los pasajeros distraídos, los automóviles rotos, los animales que ocupan la carretera también se pueden salvar.
Luces de viento hace uso de pequeños aerogeneradores con una curiosa forma de misil, acoplados a cada farola y capaces de hacer a esta última completamente autónoma en términos energéticos: el viento generado por el paso de los mismos coches hace girar las turbinas y proporciona energía y luz para el paso seguro de vehículos.
Luz interactiva es un concepto que parte de premisas de sentido común: mantener las luces de la calle encendidas todo el tiempo es un desastre en términos de consumo energético cuando no hay tráfico. Con una amplia serie de sensores de movimiento es posible iluminar un sector de la carretera cada vez que un vehículo está cerca (obviamente, ni una sola luz se enciende instantáneamente, pero es un área completa que 'siente' la llegada de un vehículo y se enciende).
Pintura dinámica es un concepto basado en una pintura especial sensible al calor, que "advierte" al conductor cuando la carretera se está congelando. Una fina pátina de agua helada hace que la calzada sea intransitable con un alto riesgo de patinar y accidentes: tan pronto como esto sucede, la pintura reacciona y muestra a los conductores señales en forma de copo de nieve.
Carril de prioridad eléctrica es el diseño de un carril para autos eléctricos. Los rodillos de inducción especiales permiten que el vehículo se recargue mientras conduce, eliminando cualquier limitación kilométrica y la necesidad de detenerse para cambiar la batería.
Algunos de estos conceptos me parecen fantásticos: otros, en mi opinión, necesitan algunos ajustes. El caso es que el año que viene el gobierno holandés decidió poner en práctica algunos de ellos (un representante los mencionó en los Dutch Design Awards, el premio de diseño que se otorga al equipo mixto Studio Roosegaarde / Heijmans Infrastructure por estos proyectos).
[Highlight]El camino del futuro está por descubrir.[/ Highlight]