Una sorprendente investigación sobre la tasa de mortalidad explotó datos de una cohorte de hasta 100.000 XNUMX participantes. Individuos que durante una semana trajeron consigo detectores de actividad equipados con sensori de movimiento. No relojes inteligentes caros, quiero decir, sino teléfonos móviles normales.
Reunión solo 6 minutos al dia de los datos de los sujetos que caminaban estudiados, los investigadores pudieron inferir con éxito modelos predictivos del riesgo de mortalidad.
cual es la tasa de mortalidad
La tasa de mortalidad es el número de muertes en una población determinada. Cuanto mayor sea, mayor será el impacto sobre la población. Una tasa de mortalidad alta puede provocar una disminución del tamaño de la población, así como una disminución de la calidad de vida de quienes permanecen.
Medidores pasivos y efectividad inesperada
Cuando el equipo de investigación combinó estos datos con características demográficas tradicionales, encontraron un predictor de mortalidad a 5 años que era independiente tanto de la edad como del sexo.
En el comunicado de prensa (que te enlazo aquí), el primer autor bruce schatz de la Universidad de Illinois mostró un gran entusiasmo. "Nuestros resultados muestran que las mediciones pasivas con sensores de movimiento pueden lograr una precisión similar a las mediciones activas de la velocidad y el ritmo de la marcha", dice Schatz.
Nuestros métodos ofrecen un camino factible hacia la detección de la tasa de mortalidad nacional y el análisis de riesgos para la salud.
bruce schatz, Universidad de Illinois
Hacia el cribado generalizado
Schatz ha pasado una década usando teléfonos baratos como modelos clínicos del estado de salud. A pesar del escepticismo de muchos colegas también, esta extensa prueba muestra su validez.
¿Es posible predecir la tasa de mortalidad y la esperanza de vida a escala poblacional de forma ultra generalizada? Después de todo, estas cosas están en todas partes.
En un futuro próximo, disponer de estos datos y la forma de relacionarlos supondrá tener un ojo puesto en el “dashboard” de la vida de todos, y de cada uno de nosotros.