Imagínese un futuro en el que las familias puedan subir a la azotea a recoger comida para la cena. Un sueño.
El principal obstáculo para lograr este sueño es, esencialmente, económico. ¿Qué pasaría si pudiéramos tener sistemas económicos en los que los cultivos alimentarios prosperen en la mayoría de los techos verdes y al mismo tiempo recolecten energía del sol?
Agrivoltaica mon amour
El cultivo de techos verdes es un área de investigación prometedora que involucra la ubicación conjunta de la producción de alimentos y energía. Una solución que forma parte integral del concepto de "agrivoltaic", el estudio de cultivos que se cultivan cerca o debajo de instalaciones solares. También hablé de eso en este artículo.
Como se mencionó, es una solución costosa hoy: pero con la creciente atención a la seguridad alimentaria y la vulnerabilidad de las cadenas de suministro de alimentos (la pandemia ha dejado entrever el futuro), el precio puede valer la pena.
Agregar resiliencia al espacio urbano puede ser una opción. Especialmente cuando tiene dos sistemas (alimentos y energía), con productos valiosos y renovables en el mismo espacio, que antes no se usaba.
Asistencia mutua de cubiertas verdes
Tanto los sistemas como los paneles solares se benefician enormemente de estar colocados juntos en techos verdes. Una interesante investigación de Legambiente el pasado octubre mostró que las plantas debajo y alrededor de los paneles solares prosperan más que las que se encuentran en áreas completamente expuestas. ¿La razón? La variabilidad de temperatura es menor cerca de los paneles solares tanto en verano como en invierno. También se reducen los factores estresantes de las plantas, como el viento y la luz solar brillante. En entornos como los techos verdes, la reducción de estos factores de estrés ayuda a conservar más agua y, por lo tanto, a alimentar a las plantas y vegetales de manera más consistente.
El rendimiento de los paneles solares, en cambio, aumenta porque los sistemas de cubiertas verdes proporcionan enfriamiento evaporativo y mejoran la eficiencia de la producción de energía de los paneles, incluso en un ambiente que puede alcanzar altas temperaturas como las de un techo.
En resumen: un sector que necesita más investigación y financiación, para salir del estrecho lecho de unos pocos entusiastas y campus universitarios, que ya han mostrado una perspectiva más que interesante para el futuro de esta solución. Más cubiertas verdes son buenas para todo: el medio ambiente, la energía y la nutrición.