“Al final, la tecnología no es el problema. El problema somos nosotros". Como Loretta Napoleón, economista y periodista, resume la tesis central de su último libro "Tecnocapitalismo", aún no publicado en Italia pero ya disponible en inglés. En una era en la que la innovación tecnológica parece haber superado la capacidad de la sociedad para controlarla, Napoleoni sostiene que la respuesta al tecnocapitalismo no está en la tecnología en sí, sino en las decisiones políticas que tomamos.
Y desde la nacionalización de los sistemas de comunicaciones hasta la exploración espacial como nueva frontera, sus propuestas son tan provocativas como estimulantes.
El futuro presente y la ansiedad de la innovación
Loretta Napoleoni comienza su análisis describiendo lo que ella llama el "futuro presente", una época caracterizada por un ritmo de cambio tan rápido y desconcertante que genera una verdadera "pandemia de ansiedad" (con los medios y las redes sociales, agrego, que no ayudan a mitigar las cosas).
La diferencia con otras eras de rápida innovación, sostiene, es que hoy la tecnología está transformando todos los aspectos de nuestras vidas, incluida la esfera privada.
Es como si nosotros también nos convirtiéramos en parte de un sistema de aplicaciones que requiere una actualización constante. Creo que es muy difícil, de hecho, antinatural que un ser humano se mueva tan rápido.
Loretta Napoleón
Los nuevos “barones ladrones” y el fracaso de las reglas
El entorno actual ha permitido que unos pocos empresarios con visión de futuro obtengan una ventaja única, acumulando riqueza y poder sin precedentes. Napoleón los llama los “nuevos barones ladrones”, en referencia a los magnates de la era industrial que construyeron imperios económicos aprovechando la ausencia de regulaciones.
El problema, sostiene, no es la tecnología en sí, ni el capitalismo como sistema, sino el fracaso de la sociedad y el Estado para gestionar el control ejercido por estos “titanes de la tecnología”. "Hemos sido incapaces de orientar la innovación tecnológica hacia el bien común", escribe.
Creo que tiene razón. La omnipresencia de las grandes empresas tecnológicas amenaza con volverse cada vez más estratificada. Hasta un futuro distópico pero posible hecho de "gobiernos tecno” que trascienden las actuales organizaciones estatales, y constituyen una verdadera “neofeudalismo privado". ¿Cómo podemos evitarlo? Loretta Napoleoni tiene algunas ideas.
El desafío de la regulación en la era digital
Uno de los principales obstáculos, según el economista, es que la tecnología está evolucionando tan rápidamente que ha superado la capacidad de los gobiernos para regularla sensatamente. El problema, sin embargo, no es sólo la velocidad del cambio. La intención es ir contra la corriente: "No creo que todos los gobiernos quieran realmente seguir el ritmo", afirma. "Esa es la pregunta".
Loretta Napoleoni cita el ejemplo de la Unión Europea, que ya ha intentado regular algunos aspectos (AI, reconocimiento facial, privacidad), mientras que Estados Unidos se muestra más reacio. Pero incluso cuando hay intentos de regulación, los gigantes tecnológicos a menudo resultan “más poderosos que los líderes políticos”.
La tecnología como bien común: una de las propuestas radicales de Loretta Napoleoni
Ante esta situación se necesita una propuesta radical: La tecnología debe considerarse un bien común, como el agua o el aire.
Estamos en una etapa en la que nuestra vida no puede funcionar sin tecnología. Imaginemos una sociedad oligopólica en la que unas pocas empresas controlan el aire que respiramos y tenemos que pagar por ello. Es absolutamente lo mismo.
Loretta Napoleón
La solución, sostiene, no reside en medidas como impuestos a la riqueza o multas antimonopolio, sino en una verdadera nacionalización de algunos aspectos clave de la tecnología, como los sistemas de comunicaciones. Una propuesta que, admite, "nadie quiere pronunciarse".
El espacio como nueva frontera
Pero Loretta Napoleoni también se proyecta más allá de las fronteras terrestres. En un capítulo titulado “Migraciones cósmicas”, sugiere que la exploración espacial podría ofrecer una salida a los dilemas que plantea la innovación tecnológica descontrolada.
¿Por qué no deberíamos mirar el cosmos como nuestros primeros ancestros miraban las tierras al otro lado del océano?
No se trata de lo que hoy son sólo ilusiones (como las colonización de marte), precisa, sino para aprovechar las oportunidades que ofrece la órbita terrestre baja, donde todavía hay algo de gravedad y el cuerpo humano puede adaptarse.
El “tecnocapitalismo” es el llamado de Loretta Napoleoni al debate y a la acción
El “tecnocapitalismo” no ofrece respuestas fáciles ni soluciones definitivas. Su fuerza reside más bien en su capacidad para plantear preguntas incómodas e invitar al debate sobre cuestiones cruciales para nuestro futuro. Desde las implicaciones de la inteligencia artificial hasta el impacto de las redes sociales, desde la concentración del poder económico hasta la necesidad de una regulación global, Napoleoni nos desafía a reflexionar sobre las decisiones que estamos tomando como sociedad y las consecuencias que tendrán para las generaciones futuras.
Loretta Napoleoni nos recuerda que, en última instancia, nosotros decidimos en qué dirección irá nuestro futuro. Las decisiones que tomemos hoy, como individuos y como sociedad, darán forma al mundo del mañana. Depende de nosotros decidir si será un mundo donde la tecnología sirva al bien común o un mundo donde unos pocos “magnates ladrones” dicten las reglas del juego.
Pequeño y necesario descargo de responsabilidad: Esta es una reseña espontánea, no fue reportada por los autores ni por las editoriales, el libro lo compré yo y Futuro Prossimo no gana nada con él, ni siquiera regalías por el enlace al libro (que te pongo aquí). No es que hubiera habido nada malo, pero hay que decirlo para ser justos: no es algo remunerado.