Parecía una idea que estaba casi más allá de los límites de la imaginación. Una broma, algo que creías que sólo era posible en los libros de magia: hacerte completamente invisible. Sin embargo, Tristan Thompson convirtió este sueño en realidad. Con su innovador Escudo de invisibilidad, respaldado por cientos de patrocinadores en Kickstarter, estamos entrando en una nueva era de tecnología de camuflaje. ¿Cuáles son los secretos detrás de este invento? Echemos un vistazo, empezando por “Los Orígenes” como en las precuelas, las buenas.
Descubrimiento e innovación
La historia de este escudo comienza hace dos años, cuando el inventor británico Tristan Thompson, distinto del jugador de los Cleveland Cavaliers del mismo nombre, presentó al mundo su primera versión del Escudo de Invisibilidad. Este proyecto rápidamente cautivó la imaginación de miles de “pequeños donantes”, recaudando más de medio millón de euros en Kickstarter. Hablamos de ello aquí. Hoy se presenta en una versión renovada, y aún más sorprendente una nueva campaña de crowdfunding.
El principio detrás del Escudo de Invisibilidad es todo muy sencillo. Es decir, por así decirlo. Utilizando una serie de lentes de precisión, el escudo "rechaza del observador" la luz reflejada por quienes están detrás de él. Estas lentes manipulan la luz de modo que la luz reflejada por el sujeto se difunda, mientras que la luz proveniente del fondo se refracta directamente hacia el observador. No fui exactamente perfecto en la explicación, pero el resultado habla por sí solo. Desde el punto de vista del observador, el fondo se "extiende" sobre el área ocupada por el sujeto. De hecho, al ponerse detrás de esta pantalla te vuelves invisible.
Volverse invisible con tecnología accesible
A pesar de la complejidad de mi explicación, esta tecnología ya es más accesible. El Escudo de Invisibilidad está disponible en diferentes tamaños, alcanzando ahora un tamaño de 180cm por 120cm, con costes que oscilan entre los 350 euros y los 850€. El invento de Thompson abre un mundo de posibilidades. Desde el omnipresente ejército (donde el camuflaje es clave) hasta la industria del entretenimiento, el único límite es tu imaginación. No puedo esperar a que hagan uno que sea más grande y más sólido, y tendré un puesto espectacular en el jardín. Mis necesidades prácticas y bromas a un lado: lo que me fascina de este escudo que te hace invisible es su capacidad de desafiar nuestra percepción de la realidad y lo posible.
En una época en la que el progreso tecnológico parece acelerarse a un ritmo sin precedentes, proyectos como este me recuerdan que el futuro, con todas sus maravillas y desafíos, puede esconderse detrás de prácticamente cada detalle.