Glaciar Thwaites, también conocido como el glaciar "Doomsday", se está derritiendo. Aproximadamente del tamaño de Florida, esta plataforma de hielo en la Antártida occidental contiene tanta agua que, si colapsara, causaría por sí sola un aumento importante en el nivel del mar. Temiendo que los esfuerzos actuales para frenar el calentamiento global no sean suficientes, un grupo de geoingenieros liderados por John Moore, glaciólogo de la Universidad de Laponia en Finlandia, ha propuesto un plan grandioso pero desesperado para evitar el derretimiento del Thwaites: rodear el glaciar con enormes tiendas de campaña de 100 kilómetros de largo para protegerlo del agua caliente. Auge. Sin embargo, antes de llamar a Neuro, tenga cuidado.
Un glaciar en juego
![Glaciar Thwaites](https://smush-3879153.b-cdn.net/3879153/wp-content/uploads/2024/03/continent-4051515_1280-1-e162427-1024x576.jpg?lossy=1&strip=1&webp=1)
El glaciar Thwaites es un gigante de hielo que se extiende por aproximadamente 192.000 kilómetros cuadrados. Las corrientes oceánicas cada vez más cálidas están erosionando su base, debilitando su estructura y amenazando con colapsarla. Si esto sucediera, el efecto sobre el aumento del nivel del mar sería catastrófico: se estima que sólo Thwaites contiene suficiente hielo para elevar los niveles globales en 60 centímetros. Y lo peor es que su disolución podría desencadenar un efecto dominó, desestabilizando otros glaciares de la Antártida Occidental y provocando un desnivel total de 3 metros. Un escenario verdaderamente apocalíptico.
Ante esta amenaza, algunos científicos están pensando en soluciones drásticas. La del glaciólogo Moore no es una excepción: rodear todo el glaciar Thwaites con enormes tiendas de campaña, de 100 kilómetros de largo y ancladas al fondo marino, para protegerlo de las corrientes cálidas. La idea es crear una barrera que desvíe el agua cálida de la base del glaciar, retardando su derretimiento. Un proyecto titánico, con un coste estimado de 50 mil millones de dólares. "Parece una cantidad descabellada", admitió Moore en una entrevista con Business Insider. “Pero comparemos el riesgo: el costo de la protección costera en todo el mundo, sólo para las defensas costeras, se estima en alrededor de 50 mil millones de dólares. Por año. Por cada metro de aumento del nivel del mar." En otras palabras, si no actuamos ahora, podríamos encontrarnos gastando mucho más en el futuro para afrontar las consecuencias.
Un desafío de ingeniería sin precedentes
Pero, ¿cómo se construye una estructura así alrededor de un glaciar monumental, en uno de los entornos más hostiles del planeta? Moore y su equipo están empezando con pequeños pasos: actualmente están probando un prototipo de un metro de largo en tanques de agua en laboratorios. El objetivo es convertirla, dentro de un par de años, en una tienda de campaña de 10 metros de largo para probarla en un fiordo noruego.
“Queremos entender: ¿qué podría salir mal? Y si no hay solución, al final hay que darse por vencido”, dijo Moore. "Pero también hay un gran incentivo para intentar que funcione".
Los desafíos de ingeniería son enormes: las tiendas tendrían que ser lo suficientemente fuertes para resistir las corrientes, los vientos antárticos y los icebergs a la deriva, pero también lo suficientemente flexibles para adaptarse a los movimientos del glaciar. Y luego está la cuestión de la reversibilidad: “Cualquier intervención debe ser algo que puedas deshacer si lo piensas mejor”, enfatizó Moore. No dijiste nada.
¿Envolver alrededor de un glaciar? Críticas y controversias
![glaciar](https://smush-3879153.b-cdn.net/3879153/wp-content/uploads/2024/03/thwaitesmain.jpg?lossy=1&strip=1&webp=1)
El plan de Moore obviamente ha provocado escepticismo y críticas por parte de algunos científicos. En general, argumentan que se trata de una solución provisional que desvía la atención del problema real: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin mencionar los desafíos logísticos que implica construir una estructura tan colosal en uno de los entornos más inhóspitos del planeta.
Por su parte, Moore sostiene que se deben tomar medidas ahora. Desde su perspectiva, no podremos reducir las emisiones lo suficientemente rápido como para salvar este glaciar crucial, y puede que tenga razón. Varios estudios muestran que en el glaciar Thwaites están apareciendo enormes grietas que podrían acelerar su derretimiento. En otras palabras, su colapso puede llegar antes de lo que pensábamos.
"Al glaciar ya no le importa lo que los humanos quieran hacer con sus emisiones", dijo Moore. "Esto requiere más herramientas en nuestra caja de herramientas".
Una carrera contra el tiempo
Seamos claros: nadie cree que las cortinas de Moore sean una solución permanente. A largo plazo, la única manera de salvar el glaciar Thwaites y otros glaciares es revertir el calentamiento global, lo que significa reducir drásticamente nuestras emisiones de gases de efecto invernadero. Pero esto llevará tiempo, quizá demasiado. Es por eso que proyectos como este, por audaces y costosos que sean, pueden ser nuestra mejor esperanza para ganar un tiempo valioso. Cada año, cada mes, cada día que conseguimos frenar el derretimiento del Thwaites es un pequeño triunfo en la lucha contra el cambio climático.
Claro, la idea de envolver un glaciar entero en una manta gigante puede parecer una locura, casi distópica. Pero en un mundo que se está calentando fuera de control, tal vez necesitemos un poco de locura visionaria. Porque si el glaciar del “fin del mundo” colapsa, las consecuencias serán todo menos imaginarias.