La Universidad de Ottawa, en colaboración con socios nacionales e internacionales, ha dado un paso de gigante en el campo de las energías renovables al crear la primera célula fotovoltaica micrométrica. Tiene el doble del grosor de un cabello humano y tiene importantes ventajas sobre las tecnologías solares tradicionales.
Estos incluyen una reducción del 95% en el sombreado inducido por electrodos y una posible disminución del costo de producción de energía hasta tres veces.
Este resultado innovador se describe con más detalle en el artículo titulado “Interconexiones 3D para heteroestructuras de semiconductores III-V para dispositivos de potencia miniaturizados". Te lo enlazo aquí.
Un salto hacia la miniaturización
Esta nueva célula solar fotovoltaica micrométrica abre nuevas fronteras en el mundo de la tecnología. Su tamaño permite integrarlo en una amplia gama de dispositivos, desde telefonía móvil hasta la industria espacial, sin comprometer su eficiencia.
El equipo de investigación liderado por Mathieu de Lafontaine e Karin Hinzer rompió récords de tamaño, pero también abordó otra cuestión crítica: el costo de la producción de energía. Lo redujo al triple: estas células no sólo son más eficientes, sino también más accesibles. La energía solar puede convertirse así en una opción aún más sostenible y competitiva frente a las fuentes de energía tradicionales.
Célula solar micrométrica, un mar de aplicaciones
Quiero escribirlo claramente, para darles el contexto adecuado: este es un verdadero golpe, un paso histórico para la Universidad de Ottawa y para todo el panorama científico y tecnológico mundial.
Las posibles aplicaciones de esta celda micrométrica van más allá de la simple generación de energía. Desde el desarrollo de baterías nucleares livianas para la exploración espacial hasta la miniaturización de dispositivos para telecomunicaciones e Internet de las cosas, este desarrollo abre la puerta a un futuro de tecnologías más poderosas y accesibles que nunca.