La imagen tradicional de la familia, alguna vez considerada universal e inmutable, está experimentando una transformación significativa. Una investigación en profundidad realizada en Michigan (te lo enlazo aqui) revela que Aproximadamente el 20% de los adultos ha tomado una decisión consciente y definitiva: vivir sin hijos.
Además de cuantificar esta tendencia, el estudio explora las razones, experiencias y percepciones sociales de quienes eligen un camino de vida alternativo.
Un fenómeno creciente
Esta tendencia no es un fenómeno aislado. En diversas partes del mundo observamos un número cada vez mayor de adultos que optan por una vida sin hijos. Según un informe del Instituto Nacional de Estadística de En el Reino Unido, el 18% de las mujeres nacidas en 1970 no habían tenido hijos cuando llegaron a los 45 años, en comparación con el 10% de las mujeres nacidas en 1945. Se pueden encontrar más detalles en el informe titulado “La maternidad de mujeres nacidas en años diferentes, Inglaterra y Gales” disponible www.ons.gov.uk
En ItaliaSegún una investigación de la Universidad de Padua y la Fundación Cariparo, en los últimos cincuenta años se ha producido un auge de adultos sin hijos. Una de cada cuatro mujeres de los nacidos en 1979 el esta en esta condicion: es el 22,6%.
En Japón, alrededor de 3 de cada 10 mujeres nacido a mediados de los 70 permanecer permanentemente sin hijos. Este fenómeno está estrechamente asociado con la disminución del matrimonio y el aumento de la soltería permanente.
el dato se cruza claramente con el de los nacimientos: un panorama que muestra una situación real “epidemia” de catres vacíos.
Las razones de una elección
Las razones detrás de elegir una vida sin hijos son múltiples y complejas. Algunas personas citan la libertad personal, las aspiraciones profesionales o el deseo de centrarse en las relaciones y los pasatiempos.
Otros expresan preocupaciones sobre el medio ambiente y el futuro del planeta, o sobre cuestiones económicas y sociales que hacen que la crianza de los hijos sea menos atractiva o factible.
La decisión de no tener hijos puede tener un impacto significativo no sólo en la vida de las personas, sino también en el tejido social y cultural. Las sociedades tradicionalmente orientadas a la familia y a la crianza de los hijos enfrentan desafíos a la hora de redefinir normas y expectativas. También será necesaria una reflexión sobre las políticas de bienestar, las estructuras de apoyo a las personas mayores y la dinámica del trabajo y del mercado.
Vivir sin hijos: el estigma es siempre el mismo
A pesar del aumento de esta tendencia, persisten prejuicios y estereotipos. Los adultos sin hijos suelen ser sometidos a juicios y prejuicios, bajo el supuesto de que pueden arrepentirse de su elección o de que les falta una experiencia de vida "completa".
Sin embargo, el estudio de Michigan y otras investigaciones similares en otras regiones del mundo desafían las narrativas tradicionales al mostrar que una buena parte de los adultos sin hijos no experimentan (o no muestran) arrepentimientos importantes.
La opción de no tener hijos, antes considerada anómala o excepcional, se está convirtiendo en una parte legítima y reconocida de las opciones de vida modernas. En un mundo que cambia rápidamente, es fundamental que las sociedades y las políticas se adapten para dar cabida y apoyar la diversidad de opciones de estilo de vida, incluida la decisión de vivir sin hijos. Un enfoque inclusivo y abierto a las diversas formas de relaciones familiares y personales es esencial para construir sociedades justas que respeten las elecciones individuales.
referencias:
- "Prevalencia, edad de decisión y juicios de calidez interpersonal de adultos sin hijos: replicación y extensiones", Jennifer Watling Neal