El sueño y los sueños son universales. Sin embargo, sólo en el último siglo la ciencia comenzó a comprender cuán fundamentales son para muchos aspectos de nuestra salud y bienestar. ¿Por qué los humanos duermen y qué sucede cuando no lo hacen? ¿Qué pasa cuando alguien sueña? ¿Qué es un "buen" sueño y cómo pueden los médicos diagnosticar y tratar los trastornos del sueño? Tantas preguntas, muchas aún sin respuesta: pero ya sabemos algunas cosas. Gracias a los estudios del sueño y a quienes los "inventaron".
Los primeros pioneros de los estudios del sueño.
La ciencia del sueño es una disciplina relativamente joven. Sólo en el siglo XX, con la llegada de tecnologías comoelectroencefalograma (EEG), los científicos pudieron empezar a estudiar el sueño de forma sistemática.
Entre los pioneros de la ciencia del sueño se encuentran figuras como nathaniel kleitman (en la foto), considerado el padre de la investigación del sueño. Kleitman y su alumno Eugene Aserinski descubrió el sueño REM en 1953. Este descubrimiento revolucionó nuestra comprensión del sueño, sugiriendo que el cerebro está muy activo durante ciertas etapas del sueño. Otro pionero de los estudios del sueño es Guillermo Demente, quien fundó el primer laboratorio del sueño del mundo en la Universidad de Stanford en 1970. Dement ayudó a definir el síndrome de apnea del sueño y enfatizó la importancia del sueño para la salud en general.
El sorprendente descubrimiento del sueño REM
En 1953, mientras trabajaba en su laboratorio de la Universidad de Chicago, Aserinsky realizaba experimentos sobre el sueño de los niños utilizando un electroencefalógrafo (EEG) para registrar la actividad cerebral. Durante uno de estos experimentos, realizado con su propio hijo de ocho años, Armond, Aserinsky notó algo inusual: a intervalos regulares durante la noche, los ojos del niño comenzaron a moverse rápidamente bajo los párpados cerrados, un fenómeno que nunca antes había observado. Antes.
Aserinsky, curioso por este comportamiento, consultó con Kleitman y juntos decidieron investigar el asunto más a fondo. Con más observaciones y estudios, descubrieron que durante estas fases de movimientos oculares rápidos, el cerebro del niño mostraba una actividad eléctrica similar a la que tenía cuando estaba despierto. Esta etapa del sueño, a la que llamaron “sueño REM”, se caracterizaba no sólo por movimientos oculares rápidos, sino también por una intensa actividad cerebral y sueños vívidos.
El descubrimiento del sueño REM fue revolucionario y cambió profundamente la forma en que la ciencia entendía el sueño. Antes de este descubrimiento, se pensaba que el cerebro permanecía relativamente inactivo durante el sueño. El descubrimiento de Kleitman y Aserinsky demostró que, por el contrario, el cerebro es extremadamente activo en algunas fases del sueño, lo que condujo a nuevos conocimientos sobre la naturaleza y función del sueño en sí. Este momento de intuición y descubrimiento es un excelente ejemplo de cómo la observación cuidadosa y la curiosidad científica pueden conducir a descubrimientos fundamentales, cambiar el curso de la investigación e influir profundamente en nuestra comprensión de fenómenos cotidianos como el sueño.
Estudios del sueño: ¿dónde estamos ahora?
Hoy en día, los estudios del sueño han adquirido cada vez más relevancia. Los científicos están intentando comprender los mecanismos biológicos que regulan el sueño y los sueños, y cómo estos procesos influyen en la salud física y mental. Al mismo tiempo, los médicos están desarrollando nuevas formas de diagnosticar y tratar los trastornos del sueño, que pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida.
Destaca uno de los estudios más recientes sobre el sueño su importancia para el bienestar del individuo, tanto físico como mental. revelar eso Entre el 10% y el 30% de la población de los países industrializados sufre de insomnio.. Es más: la falta de sueño, tanto aguda como crónica, puede tener efectos negativos en varios componentes del cuerpo, aumentando el riesgo de enfermedades.
Otro estudio reciente destaca la estrecha interconexión entre la calidad del sueño, la inflamación y el dolor, especies en patologías musculoesqueléticas inflamatorias. Nuevamente: de un estudio de las Universidades de Tokio y Tsukuba descubro que la falta de sueño no depende de nuestro cerebro, como se ha supuesto durante mucho tiempo, sino del resto de nuestro organismo. Y luego están los estudios que exploran nuevas moléculas útiles para el tratamiento de los trastornos del sueño, como el daridorexant, que ha demostrado mejoras significativas en pacientes adultos con trastorno de insomnio. De nuevo: algunos estudios pretenden explorar la posibilidad de un mundo que casi pase sin dormir, reduciendo el descanso a solo 2 horas. Todavía hay mucho por descubrir y mucho más por descubrir.
Sigamos explorando (con los ojos abiertos) el mundo del sueño y descubriremos cada vez más verdades fascinantes sobre esta parte fundamental de nuestras vidas.