Prepárense, amantes del sueño y de los sueños: la investigación científica acaba de lanzar una bomba sobre nuestra forma de ver el mundo onírico. Dormir ya no es un “no molestar” para el cerebro, al contrario. Un equipo de científicos franceses ha descubierto que mientras dormimos, las personas pueden comunicarse con el mundo exterior "escuchando" y "hablando".
Y no, no es un episodio de "Black Mirror", sino una investigación publicada en Nature Neuroscience (que te enlazo aquí).
Dormir: un mosaico de momentos conscientes e inconscientes
Hasta hace poco, el sueño se consideraba un momento de desconexión total del mundo exterior. Esta nueva investigación, dirigida por Lionel Nacache de la Universidad Pitié-Salpêtrière En Francia todo está cambiando. Su equipo descubrió que el sueño y la vigilia no son estados estables: ni mucho menos.
Para realizar el estudio, los investigadores reclutaron 22 personas sin trastornos del sueño y 27 pacientes con narcolepsia. Esta última es una condición en la que los pacientes experimentan episodios incontrolables de somnolencia diurna. La narcolepsia también se asocia con sueños lúcidos, lo que convierte a estos pacientes (obviamente mientras duermen) en candidatos ideales para estudiar la conciencia durante el sueño.
Palabras y reacciones: la prueba del sueño
Durante el experimento, se pidió a los participantes que tomaran una siesta mientras una grabadora de voz pronunciaba una serie de palabras reales e inventadas. Tenían que reaccionar sonriendo o frunciendo el ceño para categorizar las palabras, mientras se registraban datos como la actividad cerebral y cardíaca. Sorprendentemente, la mayoría de los participantes durmientes respondieron correctamente..
Al analizar los datos, los científicos descubrieron que existen "ventanas de conexión" durante el sueño. Son momentos en los que el cerebro es especialmente receptivo a los estímulos externos. Imagine las posibilidades: algún día podríamos utilizar estas ventanas para facilitar el aprendizaje o mejorar la calidad del sueño..
Los que “despiertan” mientras duermen
Esta investigación abre nuevas vías para comprender el cerebro y el sueño. También podría conducir al desarrollo de nuevos protocolos para comunicarse con personas que duermen, mejorando nuestra comprensión de cómo cambia la actividad mental durante el sueño. ¿Qué pasaría si algún día pudiéramos enviar mensajes a los soñadores para ayudarlos a resolver problemas o incluso aprender nuevas habilidades (o venderle algo)?
Ya veremos. En cualquier caso, descubrimientos como estos sugieren que el sueño ya no es esa barrera silenciosa que nos separa del mundo exterior. Más bien, es un territorio inexplorado de posibilidades y conexiones, una nueva frontera que la ciencia apenas ha comenzado a trazar.