La conducción de automóviles busca nuevos caminos y Toyota suele estar al volante de estos intentos. El Neo Steer es más que un simple experimento: es una ventana a un futuro donde la accesibilidad no es una opción, sino la norma. Al trasladar el control total al volante, Toyota no sólo desafía las convenciones, sino que las reescribe por completo.
¿Qué es esto?
La peculiaridad de Neo Steer reside en su capacidad de gestionar la dirección y la propulsión exclusivamente mediante una palanca de control. Una idea que no sólo ofrece nuevas posibilidades de diseño, sino que abre las puertas de la equitación a cualquier persona, independientemente del uso de sus piernas.
El sistema Neo Steer se basa en un diseño de dirección por cable, que elimina cualquier conexión física entre el volante y el volante, lo que permite a Toyota reducir drásticamente la relación entre las acciones del volante y la cantidad de giro de las ruedas delanteras. Esto no sólo hace que la conducción sea más ligera y manejable, sino que también permite introducir asistencia adicional si es necesario. El resultado es un paseo que no requiere grandes movimientos ni esfuerzo excesivo, ideal para quienes tienen limitaciones de movimiento en hombros y brazos.
Controles de conducción
Los controles de Neo Steer están inspirados en los de una motocicleta. El acelerador está representado por un pequeño manillar que se gira en el lado derecho del joystick, mientras que para frenar se utiliza una palanca estilo bicicleta en el lado izquierdo. Estos controles, junto con los de las señales de giro y los limpiaparabrisas, están ubicados para ser operados fácilmente con los pulgares, manteniendo las manos en una posición fija y segura.
La prueba de carretera
Durante la prueba, la facilidad de uso del acelerador y la cómoda posición de la palanca del freno hicieron que la experiencia de conducción fuera sorprendentemente placentera e intuitiva. Aunque la palanca del freno requiere un mayor refinamiento para igualar la precisión del acelerador, su facilidad de uso sigue siendo el aspecto más importante. La capacidad de proporcionar retroalimentación forzada a través de la palanca de freno abre escenarios interesantes, similares a los que ofrecen los controladores de consola modernos.
¿Neo Steer es el futuro de la conducción?
Si lo que propone Toyota te parece un paso extraño, piénsalo. Los primeros coches ni siquiera tenían volante, sino manivela. Fueron necesarios 9 años (1885 a 1894) para ver un volante. Otros 6 años para variar. ¡Otros 21 años para los frenos hidráulicos! Por mucho que nos hayamos acostumbrado a la conducción que conocemos, esto no significa que seguirá siendo la misma para siempre.
Una adopción más amplia de la dirección electrónica podría ser el vínculo perfecto entre los vehículos autónomos actuales y futuros, manteniendo los controles manuales sin comprometer el espacio interior. El Neo Steer de Toyota no es sólo un ejercicio de estilo, sino un adelanto de lo que podría convertirse en una realidad común. Es probable que escuchemos más sobre este sistema de conducción (o soluciones similares) en los próximos años, y eso debería ser una buena noticia para todos los conductores, independientemente de sus habilidades.