La última tendencia en el panorama del bienestar y el autocuidado se llama "adaptógenos".
Estas sustancias, utilizadas desde hace siglos en la medicina oriental, están conquistando el mundo occidental con la promesa de combatir el estrés, la ansiedad e incluso los resfriados. Pero ¿cuánta verdad hay detrás de estas afirmaciones? Sumerjámonos en su historia y testimonios para descubrirlo.
Adaptógenos, el “remedio estrella”
La palabra "adaptógenos" evoca una imagen de fuerza y resistencia, y eso no es una coincidencia. Estos compuestos, derivados principalmente de plantas y hierbas, son famosos por su capacidad para ayudar al cuerpo a resistir diferentes tipos de estrés. el nutricionista Jen Walpole explica cómo estos pueden afectar positivamente al estado de ánimo, el sueño y la inmunidad.
Entre los adaptógenos más conocidos encontramos ashwagandha, albahaca sagrada e Rhodiola rosea, conocido por mejorar la salud del sistema suprarrenal al modular la respuesta del cuerpo al estrés. Incluso algunos hongos, como reishi e cordyceps, se clasifican como adaptógenos debido a sus cualidades inmunomoduladoras.
La popularidad de los adaptógenos ha aumentado recientemente, gracias también al respaldo de celebridades como Gwyneth Paltrow y Bella Hadid. Estos productos vienen en diferentes presentaciones: polvos, productos de belleza, bebidas e incluso lápices labiales.
¿Pero qué dice la ciencia?
Uno de los aspectos más intrigantes de los adaptógenos es su aparente capacidad para influir positivamente en el sistema inmunológico. Este aspecto los hace especialmente atractivos durante los meses de invierno, cuando el riesgo de resfriados y gripe es mayor. Aunque su uso ya está bien establecido en la medicina tradicional china y ayurvédica, la investigación científica moderna todavía está intentando comprender completamente sus efectos.
Algunos estudios sugieren que los adaptógenos en realidad pueden reducir el estrés y mejorar la resistencia física, pero se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos.
Como siempre, es importante recordar que los adaptógenos tampoco son una cura milagrosa. Sin embargo, deben integrarse en un estilo de vida saludable que incluya una dieta equilibrada, ejercicio regular y un sueño de calidad. Sin embargo, su creciente popularidad pone de relieve un deseo generalizado de encontrar soluciones naturales para mejorar la salud y el bienestar.
Como ocurre con cualquier tendencia de bienestar, conviene abordarla con curiosidad pero también con un sano escepticismo, buscando siempre el consejo de expertos cualificados.