El concepto de “matemáticas del amor” parece un oxímoron, pero en China se está convirtiendo en una realidad tangible. El fenómeno “Da zi” parece querer demostrar que el amor puede ser calculado, medido y, sobre todo, temporal.
No se trata de una simple tendencia, sino de una respuesta pragmática a un problema demográfico: 34 millones más de hombres que de mujeres. Ojo, esta no es una historia de desesperación, sino una forma de "innovación sentimental" que podría reescribir las reglas de atracción y convivencia. ¿Incluso en Occidente? Analicemos con calma.
El contexto: un problema demográfico se convierte en una oportunidad
Imagine un mundo donde el amor ya no sea un "contrato permanente", sino un "proyecto con fecha límite". Una oferta flexible que se puede adaptar a las necesidades de todos. Alguien me contará sobre acuerdos prenupciales y otras situaciones. No es lo mismo. Bienvenidos al mundo del "Da zi", un fenómeno chino que está revolucionando el concepto de las relaciones amorosas.
China es conocida por tener Una de las proporciones de género más desequilibradas del mundo., con 34 millones de hombres más en comparación con las mujeres. La actitud pragmática (típica de los chinos) ante esta disparidad ha dado lugar a un fenómeno interesante: la aparición de relaciones de “amor a corto plazo”, conocidas como “De los tíos”. Este término, que traducido significa “todo se puede combinar”, representa una nueva forma de ver las relaciones, centrada en actividades específicas y placenteras para ambas partes.
La ecuación del amor: números y posibilidades
Si una relación promedio dura de cinco a diez años, las relaciones a corto plazo ofrecen la posibilidad de formar decenas de nuevos vínculos, que involucran a un mayor número de socios potenciales. No es sólo una cuestión de cantidad, sino de calidad.. Los números no mienten: las relaciones temporales aumentan las posibilidades de que todos encuentren a la persona adecuada.
Pero, ¿es realmente así?
In un artículo su Psicología Hoy il Dr. Randi Gunther, escribe que no se puede medir el amor y la felicidad con una calculadora. El desafío de las relaciones a corto plazo es aprender a amar de forma auténtica, plena y honesta, independientemente de cualquier garantía de un futuro imaginado. Este es un punto crucial que no debe subestimarse..
Reescribe las reglas
Entre las cosas sobre las que “Da zi” podría hacer reflexionar a otras empresas es que las relaciones podrían volverse más cortas, quizás (y digo quizás) más satisfactorias, pero también extremadamente específicas.
Si esta tendencia se desarrollara en otros lugares, acabaría rediseñando nuestro tejido social. Quizás tengamos que reinventar y tal vez incluso perfeccionar, por razones obvias, la filosofía de criar a los niños de que "se necesita una aldea". Lo que hoy llamaríamos una “familia no lineal” se convertiría en la norma. ¿Malo? ¿Una cosa buena? Ésta no es la pregunta correcta.
Las relaciones a corto y largo plazo (incluidos los matrimonios) no son inherentemente saludables o no saludables. Y eso no significa que puedan ser reemplazados por parejas sexuales o emocionales temporales. Lo que digo es que, como nos demuestra el intento de China (además no el primero) para abordar su situación de inequidad de género, circunstancias nuevas o inusuales pueden obligarnos a estar abiertos a nuevas alternativas sociales.
Lo más probable es que las relaciones futuras sean una mezcla de combinaciones temporales, permanentes, monógamas, poliamorosas, solitarias u otras posibles. Después de todo, el amor es un viaje, no un destino.. ¿O no?