La lucha contra el VIH ha marcado otro capítulo prometedor. A medida que comienzan los ensayos de la vacuna contra el VIH VIR-1388 en Estados Unidos y Sudáfrica, estamos un paso más cerca de un mundo en el que el VIH podría convertirse en una amenaza manejable o incluso eliminada.
La vacuna se desarrolló durante casi dos décadas con el apoyo del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, un Los Institutos Nacionales de Salud Americano. Y podría representar el punto de inflexión final.
VIR-1388: No sólo una vacuna
El VIH ha representado uno de los mayores desafíos médicos de nuestro tiempo. Desde que se identificó por primera vez en la década de 80, los científicos de todo el mundo han trabajado incansablemente para encontrar una manera de combatirlo. Y ahora parece que nos estamos acercando a una posible solución.
VIR-1388 no es una vacuna tradicional. Está diseñado para instruir al sistema inmunológico a producir células T que puede reconocer el VIH y señalar una respuesta inmune para evitar que el virus establezca una infección crónica. Pero, ¿cómo funciona exactamente la vacuna contra el VIH? Utiliza un vector de citomegalovirus (CMV), que es esencialmente una versión debilitada del CMV. Este vector entrega material de vacuna contra el VIH al sistema inmunológico sin causar enfermedades en los participantes del estudio.


La historia detrás del transportista CMV
El citomegalovirus es un virus que ha coexistido con los humanos durante siglos. La mayoría de las personas que viven con CMV no experimentan síntomas y, a menudo, ni siquiera saben que lo tienen. Lo que hace que el CMV sea particularmente interesante como vector para una vacuna contra el VIH es su capacidad de permanecer en el cuerpo de por vida.
Esto sugiere que puede tener el potencial de administrar material de vacuna contra el VIH y luego ayudar al cuerpo a almacenarlo durante mucho tiempo, superando potencialmente la inmunidad menguante que se observa con vectores de vacunas más efímeros.
Vacuna contra el VIH: ¿qué nos espera?
Se llevará a cabo el ensayo de la vacuna contra el VIH en seis sitios en los Estados Unidos y cuatro en Sudáfrica, con un total de 95 participantes. Estos participantes serán asignados aleatoriamente a uno de cuatro grupos de estudio. Tres de estos grupos recibirán diferentes dosis de la vacuna, mientras que el cuarto recibirá un placebo. Se esperan resultados iniciales para finales de 2024, pero la investigación no se detendrá ahí. Un subestudio opcional continuará siguiendo a los voluntarios hasta tres años después de su primera dosis de vacuna.
Quizás, algún día, el VIH sea sólo un recuerdo lejano en los libros de historia.