En la ciudad de Kumamoto, Japón, se está probando un enfoque educativo bastante diferente. Gracias a la tecnología, los alumnos se encuentran en el aula a través de robots de telepresencia. Estos dispositivos, controlados de forma remota, ofrecen una solución práctica y avanzada para abordar el creciente problema del absentismo escolar.
La ciudad de Kumamoto, situada en el suroeste de Japón, se enfrenta a un problema que ha experimentado un preocupante aumento en los últimos años: el absentismo escolar. Según el periódico japonés El Mainichi, el número de estudiantes ausentes ha aumentado significativamente. Se duplicó con creces, para ser precisos, pasando 1.283 en 2018 a 2.760 en 2022. Ante este desafío, las autoridades escolares han buscado soluciones no convencionales.
La respuesta tecnológica al ausentismo escolar
Inicialmente, el distrito propuso soluciones más tradicionales, como clases en línea. Estas “clases virtuales” han tenido cierto éxito y muchos estudiantes informaron una reducción de la ansiedad en la comunicación y una mejor autoestima.
Sin embargo, la escuela decidió ir más allá, introduciendo un elemento que parece sacado directamente de una novela de ciencia ficción: los robots de telepresencia. Un experimento también iniciado por otros institutos de todo el mundo, para ser honesto, pero sólo en beneficio de los estudiantes obligados a ausentarse durante meses debido a problemas físicos.
¿Cómo funcionan?
Estos robots, apodados “Classroomba”, son esencialmente tabletas montadas sobre una base con ruedas. Los estudiantes pueden controlar los movimientos del robot desde casa, comunicándose con compañeros y profesores a través de video chat. Pero no se trata sólo de una simple videoconferencia. Estos robots permiten a los estudiantes "moverse" libremente en el espacio del aula, participando activamente en las lecciones e interactuando con otros como si estuvieran físicamente presentes.
Sé que esto te parecerá absurdo. Me parece absurdo. La introducción de estos robots, sin embargo, no es sólo una respuesta al ausentismo escolar, sino que representa un intento de crear un puente entre la educación en línea y la tradicional. La esperanza es que, mediante el uso de estos robots, los estudiantes puedan superar gradualmente sus ansiedades y miedos, preparándose para asistir a clases presenciales, particularmente en la escuela secundaria.
El uso de una interfaz remota para estimular la "nostalgia" de lo físico. ¿Podría funcionar?
Hacia el futuro de la educación
Si este experimento en Kumamoto funciona (los resultados se esperan para marzo de 2024), podría abrir la puerta a nuevas formas de aprender y enseñar en Japón, y confirmar cómo los límites entre lo real y lo virtual se están volviendo cada vez más borrosos.
Quién sabe, tal vez algún día veamos robots de telepresencia en las aulas de todo el mundo. No es una perspectiva que me haga feliz, seré sincero: esta vez la tecnología no tiene un papel salvador, sino casi condescendiente en un contexto, el japonés, en el que La soledad se ha convertido en una forma de vida. incluso un motor económico.