En el vasto universo de las adicciones, el alcoholismo es uno de los problemas más insidiosos y letales. ¿Y si una sola inyección pudiera reducirlo hasta casi hacerlo desaparecer? Un equipo de investigadores estadounidenses ha experimentado con uno terapia de genes, desarrollado originalmente para el Parkinson, en monos con… grandes hábitos alcohólicos. ¿Los resultados? Extraordinario. Los primates bebedores redujeron su consumo de alcohol en un 90% en un año.
¿Cómo funciona exactamente esta terapia?
El corazón de esta investigación es una proteína: la GDNF (Factor neurotrófico derivado de la línea de células gliales). Esta sustancia favorece la supervivencia de algunas neuronas. Entre todos, destacan los vinculados a la dopamina, el neurotransmisor que nos hace sentir bien cuando bebemos una copa de vino, pero que, en caso de abuso crónico, tiende a agotarse en nuestro cerebro, produciendo finalmente una dependencia total. Alcoholismo.
Para el nuevo estudio (que te enlazo aquí), se utilizó un virus inofensivo para introducir el gen que codifica GDNF en el cerebro de cuatro monos. Estos primates, cuando se les dio la opción, bebieron mucho (el equivalente humano a nueve tragos al día). “Nos dirigimos a los cuerpos celulares productores de dopamina con este gen para aumentar la síntesis de dopamina, restaurando lo que se ha llevado el consumo crónico de alcohol.“, declaró el coautor de la investigación. Kathleen Beca.
Resultados sorprendentes, pero se necesita precaución
Después del tratamiento, el consumo de alcohol de los monos se desplomó. “El consumo de alcohol se ha reducido a casi cero."él reportó Grant. "Durante meses, estos animales optaron por beber agua, evitando por completo el alcohol.“. Pero no es oro todo lo que reluce. La terapia “antialcoholismo” actualmente requiere cirugía cerebral, que es invasiva y probablemente irreversible.
Dada esta naturaleza invasiva, es posible que la terapia no se convierta en un tratamiento común para el alcoholismo. Sin embargo, en algunos casos límite puede ser lo único que separa a las personas con alcoholismo grave de la muerte. “El tratamiento sería más apropiado para las personas que ya han demostrado que todos nuestros enfoques de tratamiento normales no funcionan para ellos."El dijo Grant.
Una especie de equivalente a las operaciones de emergencia para reducir peso quirúrgicamente.
Más allá del alcoholismo: las posibles repercusiones
La dopamina participa en muchas otras funciones cerebrales además de la adicción al alcohol. Por lo tanto, se necesita más investigación para ver si los hallazgos también se aplican a los humanos. Especialmente, si la terapia génica provoca cambios no deseados en el estado de ánimo o el comportamiento.
En un mundo donde más que 3 millones de personas mueren cada año Para causas relacionadas con el alcoholismo, esta terapia genética podría representar un rayo de esperanza. Es un paso muy audaz y extremo en la lucha contra una de las adicciones más antiguas y generalizadas de la humanidad.
Su camino hacia la aprobación y uso clínico es aún largo y lleno de incógnitas, por primera vez parece que existe una posibilidad concreta de “apagar la sed” permanentemente. Seguiremos la evolución.