Los efectos nocivos del alcohol en el cuerpo humano son cada vez más conocidos: hoy, un nuevo estudio muy completo de Oxford lo muestra en toda su evidencia. El análisis genético (a gran escala) sugiere que el consumo de alcohol acelera drásticamente el envejecimiento al acortar el telómeros.
Estos resultados son de absoluta importancia, si se considera que el alcohol es una de las sustancias recreativas (pero digamos también drogas) más consumidas: por eso, evaluar su impacto preciso en la salud siempre ha sido un objetivo de investigación. Actualmente, a partir de los diversos estudios ya publicados, sabemos que el alcohol daña permanentemente el ADN, causa cáncer directamente, contribuye al deterioro cognitivo y la demencia prematura y puede "envejecer" el rendimiento cerebral hasta por 10 años. Ni siquiera necesitaba pruebas de envejecimiento biológico, ¿verdad? Quiero decir, esa cerveza nunca me sabrá igual.
Alcohol, daño directo a los telómeros
Los telómeros son secuencias de ADN que actúan como "tapones" en los extremos de los cromosomas. Una fracción de estas secuencias "basura" se pierde con cada división celular y, finalmente, los telómeros se desgastan lo suficiente como para afectar el ADN funcional. Esto hace que la célula deje de dividirse, por lo que la longitud de los telómeros contribuye a muchos de los marcadores biológicos del envejecimiento.
En el nuevo estudio, los investigadores de Oxford Population Health examinaron el vínculo entre el consumo de alcohol y la longitud de los telómeros utilizando datos de más de 245.000 XNUMX personas. El equipo usó una técnica genética conocida como Aleatorización mendeliana (MR), que evalúa cambios en ciertos genes. En este caso, por supuesto, observaron genes que se sabe que están relacionados con el consumo de alcohol y los trastornos.
Los resultados
Existe un vínculo claro entre el alto consumo de alcohol y los telómeros más cortos: beber 32 unidades de alcohol (unas 11 copas de vino) a la semana produce un acortamiento de los telómeros equivalente a unos tres años de crianza, frente a beber sólo 10 unidades.
Los resultados de este análisis de MR también respaldan los estudios observacionales sobre los hábitos de consumo semanales informados por los participantes. Los cuales arrojan resultados similares: quienes bebían más de 29 unidades de alcohol (unas 10 copas de vino) a la semana presentaban un acortamiento de los telómeros equivalente a uno o dos años de crianza, frente a quienes bebían menos de seis unidades de alcohol (unas dos copas de vino) por semana.
En cualquier caso, esta asociación alcohol-telómero parece ser realmente significativa sólo a partir de 17 unidades por semana: esto no salva ni el clásico "vaso para el almuerzo y la cena", que la mitología considera beneficioso. Solo bebe más de 5 vasos a la semana para que comience el daño.
E adesso?
Las pruebas son fuertes, pero ofrecen algunos signos de esperanza. El daño, por ejemplo, se encontró en todos los bebedores habituales, pero no en las personas que nunca bebieron o que dejaron de beber. En otras palabras, un período ocasional de jolgorio no te arruina de por vida. Otra pista útil: un gen en particular, AD1HB, parece tener un mayor impacto en el metabolismo del alcohol. Es bueno saberlo para futuras terapias.
"Estos resultados respaldan la tesis de que el alcohol, cuando se toma en ciertos niveles, afecta directamente la longitud de los telómeros", dice el Dr. Anya Topiwala, autor principal del estudio.
“Es un factor de riesgo que puede causar varias enfermedades graves relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer. Nuestros resultados brindan información para médicos y pacientes que desean reducir los efectos nocivos del alcohol. Con un mensaje importante: reducir el consumo de alcohol también podría tener beneficios”.
La investigación fue publicada en la revista Molecular Psychiatry (y lo enlazo aqui).