Si le dijeran hace diez años que las prótesis algún día ayudarían a las personas no solo a caminar, sino también... sentire cada paso, cada piedra bajo tu pie, ¿lo habrías creído? Sin embargo, hoy, en un laboratorio de vanguardia, la ciencia está convirtiendo esta fantasía en realidad.
Imagine un mundo en el que las prótesis no sean solo extensiones mecánicas del cuerpo, sino verdaderos sustitutos sensoriales, capaces de devolver la sensación del tacto a quienes han perdido una parte de sí mismos. Estamos llegando más rápido de lo que pensábamos.
Prótesis, una revolución sensorial
La pérdida de una extremidad no sólo se traduce en la pérdida de su función motora, sino también de su función sensorial. Y si bien las prótesis tradicionales han ofrecido una solución parcial, devolviendo la movilidad, la sensación del tacto siempre ha sido un sueño incumplido… hasta ahora.
La investigación, publicada en el servidor de preimpresión bioRxiv (te lo enlazo aqui), ha presentado un dispositivo que, imitando la actividad nerviosa, puede implantarse en la parte restante de la pierna, permitiendo a los amputados “sentir” mientras caminan. Esto no sólo mejora su velocidad de movimiento, sino que también infunde mayor confianza en cada paso.
Progreso elegante
Jacob George, neuroingeniero de la Universidad de Utah, elogió el estudio como “realmente elegante”. Y no es difícil entender por qué. Esta investigación no se limita a un modelo computacional, sino que se extiende a modelos animales y, en última instancia, a humanos. Se trata de una de las primeras investigaciones realizadas de forma tan exhaustiva.
Muchos pacientes con prótesis dentales enfrentan desafíos inesperados. No poder sentir la presión ejercida sobre un objeto puede provocar situaciones embarazosas, como romper o dejar caer objetos, una falta de retroalimentación sensorial que ha llevado a algunos amputados a rechazar el uso de prótesis. Pero, como suele decirse, cada problema es una oportunidad disfrazada.
Un paso adelante. Literalmente.
En los últimos años, los investigadores se han centrado en prótesis que ofrecen una respuesta sensorial cada vez más natural. La investigación de 2019 realizada por el equipo de George mostró que la retroalimentación biomimética permitía a un paciente agarrar objetos frágiles como huevos y uvas con una precisión milimétrica. Pero, ¿cómo funciona exactamente esta retroalimentación?
En el nuevo estudio, los investigadores utilizaron un modelo informático para recrear cómo reaccionan los nervios del pie a diferentes estímulos, como la percepción de presión. El objetivo era crear patrones naturales de actividad neuronal que pudieran ocurrir cuando sientes algo con el pie o mientras caminas.
Luego, los científicos utilizaron el modelo para enviar patrones de impulsos eléctricos a los nervios periféricos de las patas de los gatos, registrando la actividad de las neuronas de la médula espinal que reciben información de esos nervios. ¿El resultado? Una respuesta similar a la de un toque real.
Hombre y prótesis, una combinación ganadora
El siguiente paso fue probar el enfoque en humanos. A tres personas con amputaciones de miembros inferiores se les colocaron prótesis que incluyen un sensor para registrar la información de presión del pie robótico mientras caminan.
Este dispositivo “siente” las sensaciones de caminar y transmite esta información al sistema nervioso del amputado, intentando imitar las sensaciones asociadas a caminar.
Stanisa Raspopóvich, neuroingeniero de ETH Zürich y coautor del estudio, espera que su equipo y otros sigan mejorando esta tecnología. Una comprensión más detallada de cómo el sistema nervioso detecta y comunica diferentes aspectos del tacto podría ayudar a perfeccionar aún más estos dispositivos.
¿La última meta? Siente todo de nuevo. Será un viaje magnífico.