¿Estás entre los que piensan que el bambú es sólo un bocadillo para los pandas o el ingrediente clave de tu sushi? Cambiarás de opinión: esta fantástica planta puede convertirse en el recurso clave para un futuro energético sostenible.
Un artículo reciente publicado en la revista GCB Bioenergy (lo enlazo aqui) investigó las razones por las que el bambú podría representar una fuente de energía renovable, ecológica y, sobre todo, una alternativa a los combustibles fósiles.
Los superpoderes del bambú
¿Qué hace que el bambú sea un superhéroe potencial de la sostenibilidad? Primero, su increíble velocidad de crecimiento: la podríamos llamar velocista de la naturaleza, porque crece más rápido que cualquier otra planta leñosa. Segundo, es una “esponja” excepcional que absorbe dióxido de carbono y liberar oxígeno. ¡Un filtro purificador natural sin costo!
Pero, ¿cómo se puede transformar el bambú en energía? Los autores del estudio describen varios procesos: en primer lugar, la fermentación y la pirólisis, que permiten convertir la planta en productos bioenergéticos como el bioetanol y biogás. Y el estudio ilustra la necesidad de seleccionar las especies de bambú más adecuadas para cada uno de estos procesos de producción de bioenergía.
Trabajo en progreso
“Realizamos una revisión de los métodos de conversión de energía para la biomasa de bambú y descubrimos que el bioetanol y el biocarbón son los principales productos obtenidos”, afirma. zhiwei liang, primer autor del estudio e investigador de la Universidad Húngara de Agricultura y Ciencias de la Vida.
"Dado que la composición química del bambú varía entre las diferentes especies, los esfuerzos de investigación futuros deberían centrarse en recopilar una gama más amplia de datos cuantitativos para seleccionar especies que minimicen el tiempo y el costo del pretratamiento de la biomasa".
Un futuro más verde de lo que pensábamos
Bueno, ahora tal vez lo hayas vuelto a pensar: la próxima gran estrella de la energía renovable podría ser eso que el panda no puede dejar de lado.
Es increíble pensar que una solución a nuestros problemas energéticos pueda crecer ahí mismo, frente a nuestros ojos, escondida en una caña de bambú. Pero tal vez así es exactamente como debería ser: después de todo, no es la primera vez que la naturaleza nos enseña lecciones sobre cómo vivir de manera más sostenible.
¿O no?