Worldcoin, la criptomoneda iniciada por Sam Altman, cofundador y director ejecutivo de OpenAI, es un proyecto bastante ambicioso. Su objetivo es llevar la criptomoneda a todas las personas de la Tierra, independientemente de su estatus social. Un poco, ¿verdad?
Sin embargo, Worldcoin ha recibido una atención significativa y una gran cantidad de fondos. Ahora tenemos que superar el escepticismo y las preocupaciones.
Un vistazo al futuro
Worldcoin tiene como objetivo resolver el problema de la identidad digital única mediante el uso del escaneo del iris como prueba biométrica. En esencia, el usuario escanea el iris a través de un dispositivo óptico específico y recibe un "hash" criptográfico único, que luego se usa para verificar su identidad.
Un mecanismo casi infalible, que ha despertado los "apetitos" de importantes inversores como Andreessen Horowitz y Polychain Capital. Además por supuesto de OpenAI, la empresa de Altman y desarrolladora del modelo de lenguaje GPT, que se ha asociado con Worldcoin para brindar soporte técnico.

Worldcoin: progreso, éxitos, promesas
El entusiasmo y la determinación han hecho que Worldcoin haga un gran progreso: el proyecto trabaja en tecnologías de inteligencia artificial interesantes para verificar la identidad y la singularidad humana. Y los beneficios que promete Altman son obvios y evidentes.
La criptomoneda "universal" que Altman quería podría garantizar acceso universal a una forma de moneda digitalindependientemente del nivel socioeconómico de un individuo. Esto podría conducir a una mayor inclusión financiera, especialmente en regiones del mundo donde el acceso a los servicios bancarios tradicionales es limitado o inexistente.
Confirmar la identidad única de cada uno con el uso de biometría como el escaneo del iris podría prevenir el fraude, mejorar la seguridad de las transacciones en línea e facilitar el acceso a los servicios públicos y privados.
Sobre todo, Worldcoin podría contribuir a la creación de un sistema economico mas justo, reduciendo las disparidades económicas y brindando un acceso más uniforme a los servicios financieros.

Entonces, ¿qué pasa?
A pesar de las ambiciones de Worldcoin, el proyecto ha planteado preocupaciones (justas, legítimas) de privacidad y seguridad. La idea de recopilar datos biométricos a escala mundial plantea interrogantes sobre la seguridad y protección de los datos personales.
Y luego, el hecho de que Worldcoin parezca carecer de los principios de descentralización típicos de las criptomonedas genera más dudas serias.
Para superar estas resistencias, Worldcoin debe implementar medidas de seguridad rigurosas, cooperar para cumplir con todas las normas de protección del usuario. Prácticamente una Babel, un camino sumamente accidentado.
Si bien la idea de una criptomoneda universal es seductora, queda por ver si Worldcoin podrá superar los desafíos de privacidad, seguridad y cumplimiento normativo.