Hay algo nuevo en el frente de lucha contra la diabetes, y esta vez viene directamente del jardín. Un grupo de investigadores de la Universidad de Pensilvania ha descubierto un método para cultivar insulina en hojas de lechuga. Sí, has leído bien, te hablo de la insulina, la hormona fundamental para convertir la glucosa de nuestra sangre en energía.
Como sabe, las personas con diabetes tipo 1 prácticamente no producen insulina y tienen que depender de inyecciones de insulina sintética. Algunas personas con diabetes tipo 2 también necesitan inyecciones de insulina, pero es doloroso y, a menudo, arriesgado. La dosificación incorrecta puede hacer que los niveles de azúcar en la sangre caigan en picado, causando hipoglucemia.
De la inyección a la ensalada
La insulina sintética que usamos hoy se cultiva en células bacterianas o de levadura, un proceso complejo y costoso que desalienta a muchos productores potenciales. Y luego tiene otros inconvenientes. Por ejemplo, debe almacenarse y transportarse a bajas temperaturas, lo cual es un obstáculo adicional, especialmente en áreas donde la electricidad confiable y los camiones refrigerados no son una realidad.
Es por esto que un amigo al que estamos acostumbrados a ver en la mesa todos los días entró en escena. Un amigo verde, fresco ya veces crujiente: señoras y señores, la ensalada. La lechuga. ¿Cómo lo llamas? Lo que es, usted entiende. Los investigadores utilizaron una especie de "pistola de genes" para insertar genes de insulina humana en células de lechuga: estos genes luego se integraron con su genoma, que comenzó a producir insulina con genes humanos.
Pero, ¿cómo se come la insulina? Seguramente no por ingerir medio quintal de hojas de ensalada: la lechuga simplemente será liofilizada, triturada y transformada en una pastilla, que se puede almacenar y transportar a temperatura ambiente. Una revolución, si piensas en todos los "pinchazos" que se necesitan hoy.

la prueba del raton
El siguiente paso fue probar la "insulina de ensalada" en ratones diabéticos (encuentra el papel aquí). Los resultados fueron muy prometedores: la insulina reguló los niveles de azúcar en la sangre de los roedores en 15 minutos sin causar hipoglucemia, evitando así el "problema clásico".
Mucha investigación en el pasado ha intentado crear una insulina que pueda administrarse por vía oral. Desafortunadamente, los ácidos estomacales tienden a descomponer la insulina antes de que pueda llegar al torrente sanguíneo. La solución a este problema se encontró en las propias paredes celulares de la lechuga, que protegen la insulina en el estómago, permitiéndole llegar a los intestinos y, eventualmente, al hígado.
El futuro es una pastilla de lechuga
Los próximos pasos para los investigadores serán los ensayos en humanos. Si todo sale como espera, este descubrimiento podría cambiar su vida. quinientos millones de personas afectados por la diabetes en el mundo. El investigador principal, henry daniel, ve este descubrimiento como una gran oportunidad para garantizar el acceso global a la atención médica: "Estamos disponibles hacer que la insulina sea más accesible y al mismo tiempo mejorar significativamente su calidad. Los pacientes podrán obtener un medicamento superior a un costo menor".
¿Te gustaría una ensalada?