Todos estamos familiarizados con el laminado, esa fina capa de madera que cubre nuestros muebles y suelos. ¿Qué pasaría si te dijera que ahora puede convertirse en una calefacción ecológica y súper eficiente?
Una "película" metálica.
La startup finlandesa Empresa de Superficies de Calentamiento Desarrolló una malla metálica, casi una película, lo suficientemente delgada como para ocultarla en una pieza ordinaria de laminado. El producto, llamado halia, puede transformar muebles o paredes en auténticos radiadores de bajo consumo energético.
Este ingenioso invento surge de un proyecto de un centro de investigación VTT, dirigido por el gobierno finlandés, que ha estado trabajando en electrónica impresa flexible durante veinte años. Inicialmente, la intención era crear objetivos ficticios para el ejército finlandés, para engañar a los enemigos con falsas "imágenes térmicas" de tanques.
Sin embargo, durante la etapa de planificación, los investigadores se dieron cuenta del enorme potencial de esta tecnología también para calentar hogares y oficinas.

Desde batallas campales hasta muebles para el hogar
No sé si fui lo suficientemente claro: estos "radiadores de película", de menos de un milímetro de espesor, se pueden incrustar en cualquier material, incluso en telas. Con su capacidad para cubrir grandes áreas, calientan las habitaciones casi al instante. Conectados a sensores o sistemas domóticos, pueden activar el calor "bajo demanda" y solo en la cantidad necesaria.
“En resumen, sus muebles detectan su presencia en la habitación y ajustan la temperatura a su nivel preferido en unas pocas decenas de segundos. No es tan inmediato como encender una luz, pero está muy cerca”, dice. Jani-Mikael Kuusisto, co-fundador de la startup.


Radiadores de superficie: los próximos pasos
La empresa finlandesa está colaborando con una empresa constructora y fabricante de laminados portuguesa para probar nuevos productos que incorporen la tecnología. Los primeros productos estarán en el mercado en 2024.
Kuusisto espera que esta tecnología pueda ayudar a reducir las emisiones de carbono de los edificios. Y eso sería bueno y correcto: en Europa, casi dos tercios de la energía utilizada por los hogares se utiliza para calefacción.
Hoy, gracias a una lámina de metal tan fina como el papel, la eficiencia energética y la innovación de los radiadores 2.0 podrían estar justo debajo de la superficie del próximo mueble o de la pared que toquemos.