Hay una noticia que promete sacudir el mundo de la medicina: investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres han descubierto una variante genética que provoca un tipo común de hipertensión. Y también encontraron un remedio.
La hipertensión, un enemigo furtivo
La hipertensión, conocida como presión arterial alta, es un problema de salud común. Si no se controla, puede aumentar significativamente el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otros problemas cardiovasculares. Aunque es una afección manejable, a menudo requiere un tratamiento farmacológico de por vida. Una de las causas más comunes de hipertensión esaldosteronoma: los pequeños tumores benignos que se desarrollan en las glándulas suprarrenales pueden interrumpir la producción de la hormona aldosterona, un regulador de los niveles de sal en el cuerpo. Pero diagnósticos y el tratamiento puede ser complejo: los niveles fluctuantes de aldosterona no son aparentes a menos que el paciente tenga múltiples análisis de sangre en diferentes momentos del día.
CADM1 e hipertensión, el gen de la discordia
Aquí es donde entra en juego el descubrimiento de los investigadores ingleses. Han identificado una variante genética, llamada CADM1, que se encuentra en los nódulos de las glándulas suprarrenales. Una mutación de este gen interfiere con una proteína que tiene el mismo nombre. Una proteína que normalmente previene las señales intercelulares que le indican que deje de producir aldosterona. ¿Resultado? Los niveles hormonales aumentan, los niveles de sal aumentan y aparece la hipertensión.
Hipertensión, del laboratorio al quirófano
Pero eso no es todo. Los investigadores también probaron un posible remedio: la extirpación de una de las glándulas suprarrenales. Esta operación permitió corregir el desequilibrio de aldosterona y, en consecuencia, la hipertensión. En los pacientes operados, incluso aquellos con hipertensión grave y resistente a los medicamentos, no fue necesario ningún tratamiento farmacológico adicional durante años.
El equipo de investigadores está convencido de que este procedimiento puede ser una panacea para las personas que padecen este tipo de hipertensión, de difícil diagnóstico y tratamiento. Para un diagnóstico más preciso, sugieren análisis de orina de 24 horas para medir las fluctuaciones de aldosterona a lo largo del tiempo, en lugar de los análisis de sangre habituales que pueden no revelar información crucial. Actualmente también están considerando intervenciones aún menos invasivas que extirpen sólo los pequeños nódulos en lugar de extirpar toda la glándula suprarrenal.
Próximos pasos
La investigación, publicada en la revista Nature Genetics (te lo enlazo aqui), abre nuevos horizontes en el tratamiento de la hipertensión. El futuro parece prometer un adiós a las pastillas, en definitiva. ¿Quizás con un poco de ayuda de un bisturí?