La bioacústica digital combinada con la inteligencia artificial está revolucionando nuestra forma de entender el mundo animal y sus complejas formas de comunicación. Gracias a la convergencia de estas dos tecnologías estamos cuestionando lo que creíamos saber sobre las habilidades de comunicación de los animales y la supuesta brecha entre humanos y no humanos. Un día podemos llegar a entender a los animales y comunicarnos con ellos de una manera completamente nueva.
¿Qué estamos haciendo con los murciélagos y las abejas?
Karen Baker, profesor de la Universidad de Columbia Británica, ha escrito un libro bastante interesante sobre el tema. Se llama "Los sonidos de la vida" y explora los caminos que están tomando los científicos para comprender la comunicación animal a través de nuevas tecnologías. Dos casos de todos merecen una mención especial: se los ilustraré brevemente.

En el primer caso, un equipo liderado por el investigador Yossi Yovel estudió la comunicación entre los murciélagos egipcios grabando audio y video las 24 horas del día durante más de dos meses. Utilizando un algoritmo de reconocimiento de voz, los investigadores analizaron más de 24 sonidos diferentes con el objetivo de estudiar la recurrencia y la repetición. ¿Qué descubrieron? En pocas palabras: los murciélagos tienen una comunicación compleja, con "firmas" individuales. Su comunicación también difiere según el género, e incluso usan dialectos.

En el segundo caso el investigador en bioacústica Tim Landgraf usó inteligencia artificial para estudiar la comunicación entre las abejas. Una comunicación que se basa no solo en los sonidos, sino también en los movimientos corporales. Las abejas son famosas por el "baile de la licuadora" y por amo el juego de pelota, pero Landgraf ha descubierto que también usan otras señales específicas, "golpes" de bocina y señales para expresar asombro. Landgraf incluso creó "Robobee", una abeja robótica que se "infiltró" en una colmena para comunicarse con abejas reales. Para su asombro, Robobee se hizo entender y respetar incluso dando instrucciones a las otras abejas con una señal especial de "alto".
Bioacústica, el futuro de la comunicación entre especies
Con el uso de sensores electrónicos y altavoces, podemos rastrear patrones en la comunicación animal que antes no podíamos. La cuestión de si podemos llamar a estas formas de comunicación "lenguaje animal" aún está abierta a debate, pero está claro que los animales tienen formas de comunicarse mucho más complejas de lo que pensábamos anteriormente.
La bioacústica digital está abriendo nuevas fronteras en la investigación de la comunicación animal, y será interesante ver cómo este nuevo conocimiento puede influir en la forma en que pensamos sobre la relación entre los humanos y otras especies. Quizás, en un futuro no muy lejano, finalmente podamos entender lo que los animales se dicen entre sí y cómo esto puede enriquecer aún más nuestra relación con el mundo natural.