Las abejas son criaturas extraordinarias. No solo polinizan nuestros cultivos y producen una miel deliciosa, sino que también son ferozmente leales a su reina. pueden contar, además. Y cambiar su comportamiento cuando sea necesario. Ahora, al parecer, podemos agregar otra habilidad a la creciente lista de habilidades de las abejas: jugar.
Según un nuevo estudio publicado en Animal Behavior, a las abejas (específicamente a los abejorros) les encanta jugar con juguetes. En el experimento, los investigadores del Universidad Queen Mary de Londres instalaron un contenedor que permitía a las abejas moverse de su nido a un área de alimentación.

Al final del recipiente había una pequeña bola que las abejas podían empujar. Los investigadores descubrieron que los abejorros que examinaron tenían más probabilidades de jugar a la pelota cuando estaban aburridos. No solo eso: preferían jugar con pelotas del mismo color que su especie.
Este estudio es el primero en demostrar que a las abejas, como a otros animales, les gusta jugar. Los hallazgos sugieren que las abejas pueden tener emociones complejas y que no son tan simples como pensamos.
Abejas y juguetes: algunos detalles más
En el camino, como se mencionó, las abejas podrían optar por pasar por una sección separada con una serie de bolas de madera. Durante 18 días, los científicos observaron cómo las abejas "hacían todo lo posible para hacer rodar repetidamente las bolas de madera. Aunque aparentemente no había ningún incentivo para hacerlo".
Este hallazgo sugiere que, al igual que los humanos, los insectos también interactúan con objetos inanimados como una forma de juego. Además, al igual que las personas, los abejorros más jóvenes parecían ser más juguetones que los adultos.
Los investigadores encontraron que las abejas podían aprender a asociar un color particular con un olor particular y que podían recordar esta asociación hasta por 24 horas. “Esta es la primera vez que demostramos que los insectos pueden recordar un concepto abstracto”, dados Lars Chitka, profesor de ecología sensorial y conductual en la Universidad Queen Mary de Londres, quien dirigió el estudio. "Esto demuestra que sus diminutos cerebros son capaces de una cognición sofisticada".
Los hallazgos podrían tener enormes implicaciones sobre cómo pensamos sobre la inteligencia de otros animales.
Si podemos demostrar que los insectos pueden entender conceptos abstractos, esto podría cambiar la forma en que pensamos sobre las habilidades cognitivas de los animales en general.
El estudio sobre abejorros "juguetones" se publicó en la revista Science (lo enlazo aqui).