La idea de la "singularidad tecnológica" es un concepto que siempre ha zumbado en la cabeza de entusiastas y expertos: con un regusto de preocupación. Porque describe el momento en el que la IA escapa del control humano, supera nuestras capacidades y transforma todo lo que conocemos.
La dificultad de predecir la llegada de la singularidad tecnológica e imaginar lo que podría suceder más allá de este “horizonte de sucesos” tecnológico nos hace sentir ante un agujero negro, con la sensación de que tarde o temprano nos tragará.
¿A qué hora es el fin del mundo?
Desde hace algún tiempo, expertos de todos los sectores intentan identificar posibles signos de un acercamiento a la Singularidad, para intentar predecir cuándo los acontecimientos llegarán a un "punto de ruptura".
Una de las métricas más citadas es la capacidad de una inteligencia artificial para comprender e interpretar el lenguaje (escrito y hablado) con la precisión de un ser humano. El lenguaje es uno de los desafíos más difíciles: por esta razón, lograr este objetivo podría indicar la presencia de AGI, Inteligencia General Artificial. El que un (ahora ex) ingeniero de Google atribuido prematuramente a LaMDA hace unos meses.
Según Marco Trombetti, director general de Traducción, una empresa italiana en el campo de la traducción de IA, es el momento adecuado.
Singularidad tecnológica, ¿a pocos años?
"El lenguaje es lo más natural para el ser humano", dice Trombetti. “Los datos que tenemos ante nosotrosSin embargo, muestran que las máquinas no están tan lejos de cerrar la brecha".
Translated siguió el progreso de su IA con una métrica llamada "Tiempo de edición" (TTE). Esta métrica calcula cuánto tiempo dedican los editores humanos profesionales a corregir y optimizar las traducciones generadas por IA en comparación con las realizadas por otros traductores humanos profesionales.
En los últimos 8 años de seguimiento, el análisis de más de 2 mil millones de optimizaciones muestra una mejora gradual y continua, que acerca la inteligencia artificial cada vez más a las características de una traducción humana.
¿Qué cerca?
Tanto. En 2015, los editores profesionales tardaban una media de 3,5 segundos por palabra en comprobar una traducción automática. Hoy solo tardan 2 segundos. De continuar esta tendencia, una inteligencia artificial (la de Translated, en concreto) podría alcanzar la misma calidad que la traducción humana a finales de esta década.
Sólo 7 años. Es la primera vez que alguien en el campo de la inteligencia artificial predice la velocidad de la singularidad tecnológica basándose en tal cálculo.
2030, fecha límite de la singularidad tecnológica. ¿O no?
Estoy de acuerdo en que la comprensión y el uso del lenguaje son parámetros muy importantes entre los que contribuirán a definir la inteligencia artificial general.
Y no creo que sean los únicos. No implican necesariamente que una máquina sea inteligente (ya que ni siquiera todos estamos de acuerdo sobre qué es exactamente "inteligencia").
La estimación realizada por Translated tiene su propia importancia, sin embargo, independientemente de que los resultados de su IA sean o no precursores de la singularidad tecnológica.
Una máquina que pueda traducir el lenguaje a la perfección y hacerlo exactamente como un ser humano tendrá un impacto significativo en la sociedad.
Entonces entenderemos si habrá "alguien" detrás de sus respuestas o, según creo, no.