Telosa es el proyecto futurista de una ciudad en el desierto que pretende reinventar muchos aspectos de una sociedad, desde el ocio hasta el transporte. En una presentación reciente, el estudio de arquitectura Grupo Bjarke Inglés (GRANDE), que colabora en la construcción de Telosa, ha anunciado un nuevo vehículo autónomo tierra-aire (G2A) que puede convertirse en la pieza central del sistema de transporte de la ciudad.
G2A puede moverse por la ciudad por carretera e incluso volar sobre el tráfico cuando sea necesario, con despegue vertical. En resumen: un coche que se convierte en un mini helicóptero.
G2A: un pequeño paseo, una pequeña mosca
La particularidad de este vehículo está en su concepto híbrido de transporte personal y público. De hecho, si lo utiliza un particular, G2A se moverá a menor velocidad para circular con seguridad por vías compartidas con otros peatones.
También es una buena opción para el transporte público. Puede volar a través del horizonte de la ciudad usando caminos de levitación magnética guiados o un sistema subterráneo de hiperbucle.
¿Por qué Telosa solo proporciona vehículos autónomos?
La decisión de Telosa de eliminar los trenes y automóviles tradicionales impulsados por humanos es para crear un entorno mucho más seguro para los ciudadanos. Bastante radical, ¿no? Un modelo casi “cultural”, particularmente difícil de implementar en las ciudades existentes debido a la presencia de complicadas infraestructuras de transporte.
El proyecto Telosa, como otros de este tipo, fue ideado originalmente por el multimillonario Marc Lore, con la grandiosa visión de un espacio habitable de la nueva era totalmente autosuficiente y preparado para el futuro.
En una entrevista concedida a USA Today, Lore dijo que tiene la intención de trasladar a 50.000 personas a la ciudad para 2030 y aumentar ese número a cinco millones en los próximos 40 años.