La investigación destinada a almacenar energía térmica para crear dispositivos rentables y beneficiosos para el medio ambiente podría darnos noticias increíbles en los próximos 5 años.
el programa de investigacion Centro de construcción activa, liderado por la Universidad de Swansea en el Reino Unido, acaba de recibir una beca para estudiar una nueva tecnología. Una tecnología que podría almacenar calor durante meses, reteniendo el calor del verano para usarlo en invierno y permitiendo la transición a cero neto.
Aprende el calor y déjalo a un lado
La acumulación de energía térmica: almacenar calor para que esté disponible cuando se necesite. Un método que, si se desarrolla adecuadamente, tiene el potencial de reducir las facturas de energía de las estrellas.
También resuelve uno de los mayores desafíos con las fuentes de energía renovables, conocido como intermitencia: la energía eólica y solar son susceptibles a los cambios en el clima. Poder 'almacenar' la energía térmica resuelve el problema del suministro variable: almacenar el exceso de energía y utilizarlo para compensar futuras carencias también nos ayudará cuando las energías renovables estén menos fuertes.
El proyecto, denominado Adsorber (Advanced Datribuido Scarga for cuadrícula Benefit), pretende construir un sistema escalable, más eficiente, capaz de estimular a la sociedad a emprender un esfuerzo global en esta dirección.
Dos opciones para almacenar calor

El proyecto comparará y evaluará los beneficios de dos tipos distintos de tecnología avanzada de almacenamiento de energía térmica, los cuales ya han sido probados.
El primero se llama almacenamiento termoquímico (TCS), y podría retener el calor durante semanas o incluso meses sin pérdida. Funciona extrayendo calor de una fuente de calor, como una bomba de calor, un elemento calefactor eléctrico o un colector solar térmico para deshidratar un material activo, "cargando" así el almacenamiento de calor. Una vez cargado, el sistema se puede enfriar a temperatura ambiente y almacenar energía. Cuando es necesario, se vuelve a introducir humedad que luego libera calor para usar dentro de la casa.
La segunda tecnología es la Material de cambio de fase (PCM). Tiene el potencial de almacenar energía térmica a densidades mucho más altas diariamente que las tecnologías tradicionales. Cuando el sistema PCM está en funcionamiento, una fuente de calor (un depósito térmico) calienta un depósito químico para transformar el material sólido en su forma líquida. Esto tiene el efecto de mantener el calor latente durante muchos días. Simplemente bombeando el agua a una temperatura más baja a través del sistema puede liberar la energía almacenada para producir agua caliente o calefacción de espacios.
La combinación de estas tecnologías, combinadas con sistemas de control inteligente, podría reducir las facturas de energía, resolver el problema de la intermitencia, aumentar la participación de las energías renovables y reducir la contaminación. No está mal, ¿eh?
Las perspectivas de la industria
Uno de los puntos cruciales de este proyecto es su aplicación industrial: el objetivo es desarrollar un modelo de distribución que integre estos sistemas de almacenamiento térmico con los sistemas domésticos existentes. El almacenamiento de energía debería ser una función estándar de los sistemas en nuestros hogares.
Es fundamental que esto suceda. La descarbonización no ocurrirá lo suficientemente rápido sin la innovación en el almacenamiento de calor. Promueva el tecnologías de almacenamiento la energía será vital en nuestra transición hacia energías renovables asequibles, limpias y seguras.