BMW ha creado un automóvil que cambia de color. Es algo que esperaría ver en una película de James Bond, pero es real. Se llama iX y es completamente eléctrico. Imagínese un automóvil cubierto de tinta electrónica. Pero qué digo, de qué sirve imaginarlo: puedes verlo, esto es. E hizo su debut en el CES2022.
Color de los comandos automáticos
En la demostración virtual que acompañó la presentación del vehículo, el iX pasó del blanco (con algunos motivos triangulares en la carrocería) al negro en segundos. Imagino que con la misma tecnología será posible en un futuro próximo también insertar motivos y texturas, o mostrar el estado de carga directamente en el lateral, como un teléfono móvil.
Sin embargo, la compañía confirma que, si bien presenta solo el color blanco o negro, es posible que el iX se presente en otros colores.
Posibles aplicaciones futuras
Si bien la demostración solo cambia el color del vehículo entre blanco y negro, BMW dice que son posibles otros colores, lo que abre la posibilidad de una verdadera variedad para los consumidores en el futuro.
Y las implementaciones futuras de esta tecnología, como se mencionó, no se limitarán a los cambios de color de la carrocería. BMW explicó que la tecnología podría usarse en áreas específicas de un automóvil, como la parrilla, para darle un aspecto diferente, o incluso en las placas de matrícula.
Con un poco de esfuerzo puedo imaginar un futuro (quizás no tan cercano) en el que el coche cambiará la matrícula en función de quién lo conduzca (con una forma de seguro "portátil" en la persona y ya no en el vehículo). ¿Estoy soñando? Probablemente.
¿Cuándo veremos una serie?
Los paneles E Ink son bien conocidos en la industria de la tecnología y, aunque se asocian más comúnmente con lectores electrónicos, también han aparecido en dispositivos portátiles, teléfonos inteligentes, tabletas y más. Son bastante versátiles tanto en forma como en color, y también pueden ser muy adecuados para las formas complejas de un automóvil.
Los paneles albergan un montón de cápsulas transparentes con pigmentos de color en su interior y cuando pasa una corriente a través de ellas, algunos colores pueden volver a la superficie. Puede parecer que consume mucha energía, pero no lo es: solo se necesita una cantidad muy pequeña de energía para hacer que el automóvil cambie de color, y ninguna energía para mantenerlo fijo en ese color.