Este año, algunas ciudades de Estados Unidos han decidido probar una nueva estratagema para proteger las carreteras del hielo invernal: el jugo de remolacha.
Una solución que puede parecerte poco habitual, pero que ha dado resultados más positivos de los esperados. Las carreteras se volvieron más suaves, los conductores pudieron viajar con más tranquilidad y el medio ambiente se vio afectado positivamente.
Pero veamos en detalle lo que se descubrió y probó, y cómo llegamos a reemplazar la sal con el jugo de una remolacha.
Aparentemente, esta no es la única forma innovadora de vencer el "hielo resbaladizo", y las ciudades están trabajando para mejorar.
De la sal al jugo de remolacha
Hasta ahora, la aparición de hielo en las carreteras se mitigaba con el uso de sal.
En química, la sal añadida al agua consigue bajar su punto de congelación. Esto significa que es posible prevenir laagua congelar hasta que las temperaturas desciendan por debajo de -9 ° Celsius, simplemente agregando sal de roca.
De esta manera, las calles se vuelven inmediatamente más seguras. Los conductores pueden relajarse al volante y los ciudadanos relajarse.
Sin embargo, la sal de roca tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Cuando se derrite, puede entrar Rios y corrientes, matando a varias especies animales. Al mismo tiempo, puede traer altos niveles de sodio a nuestra agua potable, causando daños a carreteras y puentes cada año.
La aparición del jugo de remolacha es, por lo tanto, una verdadera revolución.
Las moléculas de azúcar naturalmente presentes en la remolacha reducen la temperatura de congelación del agua. En demostración de ello, las ciudades de Minnesota , Michigan e Missouri decidieron usar el jugo para descongelar las calles en invierno.
Así crearon un mezcla de jugo de remolacha, agua y sal, y luego rociarlo en las calles. El resultado es exactamente lo que esperábamos, carreteras más seguras y menos problemas para el medio ambiente (la remolacha no es tan corrosiva como la sal de roca).
Surgieron problemas
Aunque el jugo de remolacha se puede considerar fácilmente como una alternativa económico a la sal gema, su costo de envío puede resultar un problema, especialmente en algunos lugares.
Por otro lado, algunos científicos han argumentado que el jugo aún podría causar daño al medio ambiente. Alguien especies de insectos podrían verse afectados, incluso si es necesario realizar estudios más profundos.
Conclusiones
Las remolachas no son la única alternativa a la sal de roca que han estudiado los investigadores. Jugo de pepinillo, salmuera de queso y jugo de patata vienen probado ahora.
Al mismo tiempo, algunas ciudades intentan proteger las carreteras haciéndolas menos "aptas" para el hielo. Un ejemplo viene de un proyecto europeo, en el que se asfaltan carreteras incorporar Redes metálicas para derretir nieve.
Sin embargo, se habla de proyectos en fase de pruebas, que aún no sabemos en qué desembocarán. Solo nos queda esperar, así que seguro sabremos más.