Il Ayuntamiento de Barcelona anunció sus planes para transformar una de cada tres calles de su barrio del Eixample en espacios públicos verdes y sin coches para hacer frente a la contaminación del aire.
Según el proyecto, cada una de las 21 calles y sus intersecciones se convertirán en una calle peatonal y verde. Las calles se convertirán en pequeños parques y plazas públicas, creando 33,4 hectáreas de terreno "donde los peatones y el aire puro son los protagonistas".
La transformación será radical, y para ello se necesitarán 10 años. El proyecto de un centro histórico que se convierte en parque es un intento de frenar la contaminación excesiva en la capital catalana. La calle verde y peatonal es un lugar más saludable, seguro y sostenible para vivir.
En una palabra: Eixample
El plan director del Ayuntamiento de Barcelona se centra en las calles del Eixample, la red de calles que rodean el corazón medieval de Barcelona. Caminos que se trazaron cuando la ciudad iba a extenderse más allá de su centro fortificado.
El Eixample, con sus característicos bloques octogonales separados por amplias avenidas, fue desarrollado por el urbanista Ildefons Cerdà en el siglo XIX. Incluso entonces, el objetivo era un lugar donde todas las calles fueran verdes y peatonales. Sin caballos, sin autos. No sucedió de esa manera.
Según el municipio, esta zona tiene prioridad para la transformación porque tiene un impacto potencial muy alto en el resto de la ciudad. Alta densidad de población y altos niveles de tráfico y contaminación.
“En el contexto actual, esta vasta zona de la ciudad vuelve a ser una excelente oportunidad para recuperar este espíritu de transformación urbana y actualizar el plan Cerdà en el siglo XXI”.
El esquema será parte del plan maestro de Superillas más grande.
El esquema es una extensión del plan director de “Supermanzanas” establecido en 2016 y también común a ciudades como Madrid.
Las Superillas, o superbloques, son áreas diseñadas para reducir el tráfico y maximizar el espacio público, abordando el problema de la contaminación crónica de la ciudad. Una supermanzana es más que una calle peatonal verde.
Hasta el momento hay seis Superillas, que según el ayuntamiento han supuesto una reducción de hasta un 33% en los niveles de dióxido de nitrógeno nocivo, un gas que se forma a partir de las emisiones de los coches.
Uno de cada tres caminos verdes. Metamorfosis ciclópea
El objetivo del Eixample es convertir cada una de las calles del llano en un pequeño parque. Además de las 21 nuevas plazas que se crearán por intersecciones viales, todos los locales de la zona recibirán un espacio exterior en un radio de 200 metros.
Para compensar la reducción en el acceso vial, la administración municipal dijo que el acceso al transporte público "estará garantizado" en toda la zona.
Se espera que el trabajo en el proyecto comience en 2022, comenzando con la transformación de ocho sitios.
El plan del Ayuntamiento de Barcelona es el último de una serie de iniciativas en ciudades de todo el mundo para contrarrestar la hegemonía del automóvil y maximizar el espacio verde. Te dije hace unos meses sobre el Proyecto extraordinario de Seattle, con sus 32 kilómetros de vía verde y peatonal.
En 2019, París reveló planes para un esquema de plantación de 'bosques urbanos', que verá árboles y jardines introducidos junto con cuatro sitios históricos.