Aquellos que decían que la tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia no estaban del todo equivocados, y la brecha entre los investigadores del MIT y los miembros de Hogwarts se está reduciendo considerablemente, gracias a los desarrollos en IA.
Los resultados ya son sorprendentemente precisos y muestran un ejemplo aterrador de lo que una IA más sofisticada sacará del análisis de datos.
En un estudio publicado en arXiv esta semana, el equipo del instituto de Massachusetts describió el entrenamiento de una red computacional para analizar pequeños clips de voz y comparar diferentes características biométricas de los autores de los clips. En el primer intento, ya ha "adivinado" a los propietarios de los artículos a un ritmo mayor que el azar, y se vuelve cada vez más hábil.
La investigación trae consigo un amplio debate sobre lo positivo (seguridad y espionaje, la capacidad de identificar sujetos también a partir de mapas de voz) y lo negativo (principalmente relacionado con la ética y la privacidad, y no son aspectos triviales) de esta investigación.

“Aunque se trata de una simple investigación académica, creo que era importante ofrecer ya al margen de este estudio una serie de consideraciones éticas relacionadas con el potencial de este algoritmo”, explican ellos mismos.
La maravilla permanece a pesar de las preocupaciones, y con ella la certeza de que este instrumento también pasará a formar parte de un "kit" militar y/o civil en un futuro próximo.