A menudo mostramos aquellos que surgieron de la imaginación de Pier Paolo Lazzarini. Pruebas de diseño, y también pruebas de soluciones tecnológicas: los superyates son mucho más que algo que solo algunos ricos pueden permitirse.
¿Y quién lo dijo, especialmente que solo deberían flotar en la superficie? El fabricante holandés Submarino Worx decidió llevar el lujo submarino con el Nautilus, un superyate de 25 millones de euros que se puede sumergir en las profundidades del mar.
Una villa submarina
El interior del Nautilus fue diseñado para ofrecer una experiencia submarina nunca antes vista. La empresa se ha asociado con taller de armas, importante casa de diseño alemana, para crear ambientes elegantes y funcionales.
En total, el superyate alberga 5 camarotes: el principal está equipado con su propio baño y vestidor. Los huéspedes pueden relajarse y socializar en un amplio salón que ofrece un comedor, un bar bien surtido, un gran televisor de pantalla plana y un sistema de sonido envolvente. Pero estos son detalles predecibles en algo como esto. ¿Bien?
almuerzos profundos
La ventaja del Nautilus, como puedes imaginar, es la presencia de cuatro grandes ventanas circulares que ofrecen impresionantes vistas del entorno marino circundante. Un área especial de observación en el entrepiso con cómodos asientos permite a los pasajeros admirar panoramas submarinos de 360 grados.
Imagínese almorzar en el gran salón interno, rodeado de ventanas panorámicas que muestran la vida marina: es como vivir una aventura submarina sin tener que usar trajes de neopreno ni tanques, en una atmósfera de puro lujo y confort.
Superyate Nautilus, algunos datos
El Nautilus está propulsado por un motor diésel-eléctrico que le permite alcanzar una velocidad máxima de 9 nudos (aproximadamente 16 km/h) en la superficie. Cuando está sumergido, la velocidad máxima de crucero se reduce a 4 nudos (aproximadamente 7,4 km/h). El superyate puede permanecer bajo el agua hasta cuatro días y alcanzar una profundidad máxima de unos 200 metros.
Me gustaría verlo luchar contra un calamar gigante. ¿Cómo se dice? No, no es envidia social.