¿Recuerdas cuando la idea de un coche eléctrico parecía un sueño lejano? Ahora imaginemos el mismo salto para los aviones. Un equipo de “soñadores prácticos” en Francia está haciendo exactamente eso con Impulso climático, un avión propulsado por hidrógeno que pretende dar la vuelta al mundo.
Es como si estuviéramos presenciando el nacimiento de los hermanos Wright de la era verde, sólo que esta vez el objetivo no es sólo volar, sino hacerlo sin dejar huellas de carbono en el cielo.
El visionario detrás de Climate Impulse
Al frente de esta audaz aventura del avión de hidrógeno está Bertrand Piccard, un nombre que puede resultar familiar a los entusiastas de la aviación sostenible. Pero no es la primera vez: Piccard formaba parte del equipo Solar Impulse quien voló un avión solar alrededor del mundo entre 2015 y 2016. Ahora está subiendo la apuesta.
Mucha gente dice que no se puede descarbonizar la aviación. Impulso climático es mi respuesta contra el derrotismo, contra el escepticismo, contra todos aquellos que dicen que no hay soluciones.
Bertrand Piccard
¿Por qué el avión de hidrógeno?
Sí: ¿por qué elegir el hidrógeno en lugar de seguir con la energía solar? Piccard tiene una respuesta lista:
Si desea descarbonizarse por completo, puede optar por la energía solar... pero no es práctico para la aviación comercial. Si tiene aviones más grandes, necesitará baterías más grandes y parte de su energía se desperdiciará transportando estas baterías pesadas. Por eso puede ser más eficiente cambiar al hidrógeno.
Evidentemente, cambiar a un avión de hidrógeno no es como cambiar la marca de combustible de tu coche. Entre los mayores desafíos está la necesidad de mantener el hidrógeno líquido a temperaturas cercanas al cero absoluto. Es un poco como intentar transportar un cubo de hielo a través del Sahara, sólo que el "hielo" en cuestión es explosivo si no se maneja correctamente. Yo, a pesar de no saber leer ni escribir, le deseo todo lo mejor a Bertrand: espero y espero.
Las especificaciones técnicas de Climate Impulse: un gentil gigante de los cielos
Climate Impulse no es sólo un concepto, sino una maravilla de la ingeniería con especificaciones impresionantes. Con una envergadura de 34 metros, este gigante de los cielos pesa sólo 5,5 toneladas, incluida su carga de hidrógeno. Vuela a una altitud de crucero de 3000 metros, manteniendo una velocidad de aproximadamente 180 km/h gracias a dos potentes motores de 270 caballos cada uno.
El corazón del sistema de propulsión son dos depósitos de hidrógeno líquido, cada uno con una capacidad de 11 metros cúbicos. Estas especificaciones permitirán al avión de hidrógeno intentar su ambiciosa vuelta al mundo en sólo 9 días, sin parar. ¿Cuando?
La cuenta regresiva ha comenzado
El equipo de Climate Impulse no pierde el tiempo. Se espera que las pruebas comiencen en 2026, con el ambicioso objetivo de intentar dar la vuelta al mundo en 2028.
Avión de hidrógeno, el futuro está en el aire
Mientras Climate Impulse se prepara para despegar, las preguntas se alinean: ¿Qué significará esto para el futuro de los viajes aéreos? ¿Podríamos algún día subirnos a un avión propulsado por hidrógeno para nuestras vacaciones?
Solo queda esperar por este y otros proyectos similares, y esperamos que algún día dejemos atrás solo estelas de vapor de agua y un mundo mejor.