Imagínate poder detener una hemorragia en unos minutos, sin tener que buscar donantes compatibles ni preocuparte por la caducidad de las bolsas de sangre. Un escenario que pronto podría hacerse realidad gracias a las plaquetas sintéticas, un invento revolucionario capaz de cambiar para siempre la forma en que afrontamos situaciones médicas críticas.
Desarrolladas en el laboratorio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, estas plaquetas artificiales prometen superar las limitaciones de las transfusiones tradicionales, ofreciendo una solución rápida, segura y eficaz para pacientes de todo tipo de sangre.
La situación hoy
Actualmente, los pacientes que requieren transfusiones de plaquetas (como en casos de hemorragia grave o cirugía) reciben plaquetas extraídas de donantes de sangre, idealmente de un tipo de sangre compatible. Sin embargo, este procedimiento presenta varios desafíos: la disponibilidad limitada de plaquetas, su corta vida útil y la necesidad de mantenerlas en condiciones controladas.
Planchas sintéticas: una solución versátil y lista para usar
Las plaquetas sintéticas desarrolladas por los investigadores ofrecen una solución prometedora a estos problemas. “Hemos desarrollado plaquetas sintéticas que pueden usarse con pacientes de cualquier tipo de sangre y están diseñadas para llegar directamente al sitio de la lesión y promover la curación”, explica ashley marrón, en la foto, autor principal del estudio publicado en la revista Documento de Science Translational Medicine (Lo vincularé aquí).
Es más: las plaquetas sintéticas son fáciles de almacenar y transportar, lo que permite administrarlas a pacientes en situaciones clínicas urgentes, como en una ambulancia (o en un campo de batalla).
Imitando la naturaleza: hidrogeles y anticuerpos
¿Cómo se fabrican las plaquetas artificiales? La “receta” es esta: nanopartículas de hidrogel que imitan el tamaño, la forma y las propiedades mecánicas de las plaquetas humanas. Los hidrogeles son geles a base de agua compuestos por agua y un pequeño porcentaje de moléculas de polímero.
Nuestras plaquetas sintéticas son deformables: pueden cambiar de forma como las plaquetas normales.
ashley marrón
La superficie de las plaquetas sintéticas ha sido diseñada para incorporar fragmentos de anticuerpos que se unen a una proteína llamada fibrina. Cuando el cuerpo sufre una lesión, sintetiza fibrina en el sitio de la herida, formando una sustancia similar a una malla para ayudar a la coagulación.
Gracias a los fragmentos de anticuerpos que se encuentran en su superficie, las plaquetas sintéticas viajan libremente por el torrente sanguíneo hasta llegar al lugar de la herida, donde se unen a la fibrina y aceleran el proceso de coagulación.
¿Funcionan?
En la primera fase de la experimentación., los investigadores demostraron la eficacia de los fragmentos de anticuerpos mediante pruebas in vitro. También probaron la posibilidad de producir fragmentos de anticuerpos y plaquetas sintéticas a gran escala para una posible producción comercial.
Con posterioridad, utilizaron modelos de ratón y cerdo para determinar la dosis óptima de plaquetas sintéticas necesarias para detener el sangrado. Los experimentos demostraron que las plaquetas sintéticas se concentraban en el sitio de la herida, aceleraban la coagulación sin causar problemas en otras áreas del cuerpo y promovían la curación. Además, los animales pudieron eliminar de forma segura las plaquetas sintéticas con el tiempo gracias a la función renal normal, sin efectos secundarios notables. Evidentemente, hace falta el último paso: el más importante.
Plaquetas sintéticas, hacia ensayos clínicos en humanos
Los prometedores resultados obtenidos en modelos animales allanan el camino para ensayos clínicos en humanos. Los investigadores están completando pruebas de eficacia preclínica. Están en proceso de obtener la financiación necesaria para estudios de seguridad, con el objetivo de obtener la aprobación de la FDA para comenzar los ensayos clínicos. dentro de dos años.
Si se aprueban para uso clínico, las plaquetas sintéticas revolucionarán el tratamiento de hemorragias y lesiones graves. Podrán ofrecer una solución rápida, eficaz y universal que podría salvar innumerables vidas y simplificar la gestión de emergencias.
¿Transfusiones más seguras, accesibles y oportunas? Esperemos que así sea.