Cuando me senté a ver este vídeo de 1937 que explicaba cómo las fotografías ya se transmitían por cable a los periódicos, no tenía idea de qué esperar. Ciertamente nada lleno de adrenalina que me mantuviera pegado a la pantalla. Y así es, la retórica de los "noticieros" es esa, al igual que los ritmos suaves. Pero fue interesante y lo comparto con vosotros, porque muestra una visión fascinante de una tecnología que ha revolucionado el periodismo y, sorprendentemente, también el mundo de la moda. Te lo explicaré mejor.
Un proceso ingenioso
El video comienza un poco lento, como mencioné, pero realmente despega una vez que entras en la explicación de cómo se enviaban las fotos de una parte del país a otra usando líneas telefónicas regulares. Toda la configuración era portátil: basta con conectarlo a un cable en un poste telefónico, pedirle al operador que libere la línea y enviar una fotografía escaneada por cable a través de un módem analógico. Brillante. Absolutamente brillante.
El proceso en sí era relativamente sencillo, aunque llevó años perfeccionarlo. No se trataba de enviar la foto entera de una sola vez, sino de dividirla en finas líneas, enviarlas por el cable y volver a ensamblarlas en el otro extremo. Imagínese tener una foto hecha como un “collage” de cuerda apretada. Si empiezas por un extremo, tomando la foto línea por línea (o hilo por hilo), puedes pasar el hilo por un tubo y volver a montarlo por el otro extremo, hasta recrear el patrón original. ¡Ah! Pero espera un momento: mientras tanto pongo aquí el vídeo, para que lo entiendas mejor. Luego, si quieres omitirlo o te interesa la explicación, continúa la lectura cuando quieras.
Foto de cable, ¿cómo? Con luces, sombras y corrientes eléctricas.
En la transmisión de fotografías por cable, la fotografía se “desenrolla” eléctricamente en líneas de diferentes tonos de gris. Una luz escanea la imagen original y, dependiendo de la cantidad de luz reflejada desde cada punto (más luz para las zonas claras, menos para las oscuras), una cantidad correspondiente de corriente eléctrica pasa a través de una célula fotoeléctrica y se envía vía telefónica al receptor. dispositivo.
Aquí, las corrientes se traducen en líneas correspondientes en un negativo fotográfico. Mucha corriente (correspondiente a un punto de luz en el original) expone más negativo en ese punto, mientras que poca o ninguna corriente (de un punto oscuro) deja el negativo sin exponer. Al final, obtienes un negativo que es esencialmente la foto original “rebobinada”. Espero haberme explicado claramente...
El impacto en el periodismo y la moda
Antes de las fotos por cable, se tardaban días en enviar una foto en tren y horas en avión. Con esta nueva tecnología, los periódicos solo tardaron unos minutos en publicar fotografías de los acontecimientos que acababan de suceder. Esta fue la verdadera revolución para el periodismo.
Pero el impacto también se extendió al mundo de la moda. Como se informó Wikipedia , después de la Segunda Guerra Mundial el diseñador Federico L. Milton usó tecnología Belinógrafo (Genovés, no te rías: era simplemente una versión francesa de las fotos del cable). ¿Y qué estaba haciendo? Sencillo: “capturó” modelos de los desfiles de París y los envió a sus suscriptores, quienes así pudieron copiar las últimas tendencias. Esto dio lugar a una de las primeras formas de “moda rápida”, pero también a una demanda: en 1955, cuatro importantes modistos franceses (Lanvin, Dior, Patou y Jacques Fath) demandaron a Milton por piratería, alegando que la velocidad de transmisión que permitían las fotografías por cable perjudicaba su negocio. En cierto sentido, los debates actuales sobre los derechos de autor y propiedad intelectual en la era digital tienen sus raíces en aquellos primeros experimentos con la fotografía por cable. Una vez más, como veis, el futuro nació ayer.
Una ventana al pasado y al futuro del cable
Ver este vídeo de 1937 fue como entrar en una era en la que la tecnología estaba cambiando el mundo de una manera que hoy damos por sentado. La transmisión de fotografías por cable, con su ingenioso sistema de luces, sombras y corrientes eléctricas, allanó el camino para desarrollos que transformarían la forma en que nos comunicamos y compartimos información. Incluso la historia de Frederick L. Milton y su ante litteram "moda rápida" nos recuerda que toda innovación trae consigo no sólo oportunidades, sino también desafíos y cuestiones éticas que enfrentar.
En resumen, este vídeo aparentemente sencillo esconde una visión fascinante de la historia, la tecnología y la sociedad. Cuando compartas con orgullo una foto de tu plato de pasta y patatas con el siguiente clic, tómate un momento para pensar en aquellos pioneros de 1937 que hicieron todo esto posible. Nunca lo olvidaremos, HÉROES :)