El arte conceptual nunca ha sido fácil de entender. Este vástago secreto del dadaísmo, el surrealismo y el arte abstracto parece decidido a desconcertar al público del arte durante más de un siglo. Pero ahora, con la llegada de la inteligencia artificial generativa, está surgiendo un nuevo movimiento que desafía aún más nuestras nociones de creatividad y el significado del arte: Algografía. ¿Ya has oído hablar de él? La algografía se refiere a cualquier presentación gráfica que se haya preparado utilizando datos algorítmicos.. Busca en el cajón de "nuevas formas de arte" y, sin hacer mala cara, hablemos de ello juntos.
El arte conceptual y la importancia de la idea
Ser artista significa cuestionarse qué es el arte
jose kosuth
Antes de sumergirnos en el mundo de la algografía, demos un paso atrás y consideremos el arte conceptual. Como sugiere el nombre, en el arte conceptual la idea (o concepto) detrás de la obra es más importante que el objeto de arte terminado. El arte conceptual, que surgió como movimiento artístico en la década de 60, tiene sus raíces en los readymades de Marcel Duchamp y en su provocativa exhibición de un urinario en una galería. jose kosuth, uno de los pioneros del arte conceptual, argumentó que la esencia del arte reside en la idea que hay detrás, no en el objeto físico. Sus obras, como la serie “Primeras investigaciones”, que incluía definiciones de diccionario de palabras como “agua”, “significado” e “idea”, tenían como objetivo cuestionar el valor tradicional de los objetos de arte y su estatus especial en los museos.
Hoy, en la era de la IA, el arte conceptual está a punto de experimentar una página totalmente nueva en su existencia.
El advenimiento del arte generativo y la algografía.
Definamos con precisión, para que no haya malentendidos: El arte generativo es un tipo de arte creado, total o parcialmente, por un sistema autónomo. Este sistema, que no es humano, puede tomar decisiones sobre detalles del arte que normalmente tomaría el artista. Aquí es donde entra en juego la algografía, fusionando la idea de utilizar sistemas autónomos para generar arte con el enfoque del movimiento de arte conceptual en ideas y conceptos por encima de las preocupaciones estéticas y materiales tradicionales.
Así como el arte conceptual enfatiza la idea detrás de la obra, el arte generativo, y en particular la algografía, se enfoca en el proceso y las ideas detrás del resultado final. Lo crucial es el proceso creativo, las elecciones intencionales y los giros exploratorios a lo largo del camino, no sólo el resultado final. Creo que esto disipa cualquier posible duda sobre el hecho de que el arte producido con IA también puede definirse como arte. Poder. Diré más: la algografía nos invita a repensar la esencia misma del arte en la era digital. Desafía las nociones tradicionales de creatividad, traspasando los límites de la creación individual y comercial.
Algografía: un viaje de cocreación
No se trata sólo de crear, se trata de explorar, aprovechar los vastos legados creativos del pasado para desbloquear futuros inexplorados. ¿Alguna vez has "caminado" en el sitio alfa di a mitad de camino AI? Está reservado para quienes hayan generado al menos 1000 imágenes con esa plataforma. Y ofrece herramientas locas para definir y crear todo tipo de imágenes. Esto también incluye un peso y un control cada vez mayores por parte del usuario. En un curioso proceso contrario a la intuición: cuanto más “hábil” se vuelve la inteligencia artificial para generar imágenes, más desarrolladores también brindan a quienes la usan formas de controlarla y dirigirla.
Este enfoque responde a las críticas a la IA generativa, a la que a menudo se acusa de violar los derechos y la creatividad de los artistas. El arte, como siempre ha sido, evoluciona desde sus raíces históricas y colectivas para nutrir a las generaciones futuras. Encarna la noción de que, al igual que el vino que madura con el tiempo, la IA generativa también enriquece el paisaje cultural de maneras que antes no eran concebibles.
En Algografía, el viaje de cocreación (creación colaborativa) es fundamental, marcando un punto de inflexión respecto a la creación artística convencional. Aquí, el artista y la IA se asocian, donde cada elección es un paso hacia un territorio inexplorado. Este proceso colaborativo (ya visto, de hecho, en el campo literario) es un baile con lo desconocido. Reúne fragmentos de lo familiar para trazar nuevos caminos artísticos.
El universo (artístico) en expansión
La esencia de la Algografía radica en su naturaleza iterativa, un flujo constante de decisiones que hace eco de las reflexiones filosóficas del “Jardín de senderos que se bifurcan” de Borges (Lo has leído?). Al igual que el laberinto del tiempo de Borges, donde todos los caminos posibles existen simultáneamente, la algografía opera en un ámbito donde todas las direcciones artísticas (pasadas, presentes y futuras) convergen. Por este motivo, constituye un testimonio del poder de la colaboración entre el ingenio humano y la inteligencia artificial. Muestra que el futuro del arte no reside en el acto solitario de creación, sino en el esfuerzo colectivo por comprender, reinterpretar e innovar las obras que han dado forma a nuestra identidad cultural.
Los lectores serán testigos de la ejecución de un crimen cuya finalidad no desconocen, pero que no comprenderán, me parece, hasta el último párrafo.
JLBorges, “El jardín de los senderos que se bifurcan”
Defiende un futuro en el que la IA generativa catalice la creatividad, ayudándonos a explorar el potencial del arte hasta ahora inconcebible y, al hacerlo, ofrece una refutación convincente a sus críticos. Este enfoque transforma el escepticismo en el reconocimiento de que la algografía, a través de su síntesis de pasado y futuro, humano y máquina, representa una profunda expansión de lo que el arte puede ser.
La algografía es (¿o es?) el futuro del arte
El "por qué" de la Algografía, creo que lo he reiterado bastante, radica en su capacidad para cuestionar y explorar la esencia y las posibilidades del arte, convirtiéndolo en un movimiento crucial en la evolución del arte mismo. Trasciende las clasificaciones simples, sugiriendo que el valor y el impacto del arte no pueden definirse únicamente por categorías tradicionales, sino por su capacidad para provocar pensamiento, evocar emociones y reflejar o dar forma a valores y perspectivas sociales. Puedes temer a la IA generativa. Puedes ignorarlo, menospreciarlo, odiarlo. O puedes amarlo. No importa: todavía vives en la era de la algografía.
No es una moda pasajera. Es una fuerza a tener en cuenta, un movimiento que promete redefinir nuestra relación con el arte y la tecnología. Y muy pronto verás los efectos tangibles.