La inteligencia artificial está cada vez más "hambrienta" de potencia informática, pero la tecnología actual basada en el silicio está empezando a mostrar sus límites, especialmente en términos de consumo de energía. Si realmente queremos una IA avanzada pero sostenible, debemos cambiar nuestro enfoque. La solución, según los científicos de Oxford, podría venir… ¡del óxido! Exacto, entendiste bien, precisamente de esa sustancia que devora el hierro. De hecho, de sus "vórtices". Lo explicaré.
Vórtices magnéticos súper potentes y muy rápidos.
Un equipo de la Universidad de Oxford ha descubierto que diminutos vórtices magnéticos ultrapotentes están ocultos en el óxido de hierro, el principal componente del óxido. Estos vórtices, algo parecidos a pequeños huracanes, son capaces de transportar información a muy alta velocidad (cientos de miles de millones de ciclos por segundo) y con un mínimo consumo de energía.
¿Tú también estás pensando lo que yo estoy pensando? Estos "huracanes magnéticos" podrían representar una auténtica revolución en el mundo de las tecnologías de la información. Los investigadores están convencidos de que pueden utilizarse para construir la próxima generación de Procesadores inspirados en el funcionamiento del cerebro humano., mucho más eficientes y rápidos que los actuales.
Una tecnología similar abriría inmensos escenarios
Los campos de aplicación de los vórtices magnéticos son realmente numerosos. Ciertamente más de los que puedo pensar en este momento, a saber:
- Inteligencia artificial: La IA sería más rápida, más eficaz y menos dependiente de grandes cantidades de energía.
- Dispositivos independientes: Los robots, los drones y los sistemas de piloto automático podrían realizar operaciones complejas con un cerebro electrónico mucho más pequeño, ligero y eficiente. Aquí también se consume menos.
- Computación verde: Esta es una consecuencia obvia. La energía ahorrada tendría un enorme impacto en el medio ambiente, ayudándonos en la lucha contra el cambio climático.
¿E ora?
Los investigadores de Oxford se enfrentan al siguiente reto, el de diseñar dispositivos capaces de aprovechar al máximo la velocidad y eficiencia de estas estructuras. No es ciencia ficción, es la química y la física avanzada (con una pizca de inspiración en la naturaleza). ¡El óxido podría convertirse realmente en el material de alta tecnología del futuro! Quien lo hubiera pensado.
fuente:
- Estudio “Familia robusta y sintonizable de texturas de espín en membranas independientes del alfa-Fe2O3 antiferromagnético”: https://www.nature.com/articles/s41467-021-25294-z