Minesto acaba de presentar el Dragon 12. Un gigante de potencia de 25 toneladas y 1,2 MW listo para zarpar y conquistar los océanos del mundo. Como un gigante que baila en las profundidades del mar, este “escarabajo ciervo” con motor de marea se mueve con la gracia de una cometa, utilizando corrientes submarinas para generar energía. Energía limpia y renovable, casi un sueño que toma forma en las tormentosas aguas de la innovación.
El ritmo del mar: una sinfonía enérgica
El Dragon 12 es una “criatura marina artificial” que sigue una trayectoria en forma de ocho, una danza infinita que captura la esencia del flujo y reflujo del océano. Su ala es el corazón palpitante de una verdadera sinfonía enérgica, que transforma cada movimiento en pura energía. Mata lo poético que soy hoy.
¿Será porque estoy convencido de que la capacidad de explotar la energía de las corrientes marinas abre escenarios antes impensables? Piénselo por un momento: un océano de energía, literalmente bajo nuestros pies, está esperando ser capturado y transformado en luz, calor y vida. Este Dragon 12 es un verdadero manifiesto hacia un futuro sostenible.
Las estimaciones de Ocean Energy Europa Dicen que la energía marina sería capaz de satisfacer el 10% de la demanda eléctrica europea en 2050, con una capacidad de producción estimada de 100 GW.
Un ciervo volante en el corazón del océano
Cada componente del Dragon 12, desde su ala hidrodinámica hasta su tecnología de control, es una expresión de extraordinario ingenio. El dispositivo contiene 92 patentes. El sistema de lanzamiento y recuperación de este “ciervo volante” se ha implementado con éxito en Vestmanna, Islas Feroe.
Una prueba puso de relieve la eficiencia operativa del sistema y su capacidad para generar energía de forma sostenible. ¿Cuántos otros escenarios resultarán compatibles con una explotación óptima de esta tecnología? La ardua sentencia es para futuros usuarios.
Mientras tanto, esta cometa tecnológica extiende sus alas y vuela bajo el agua hacia el futuro.