Algo realmente especial está a punto de suceder en el espacio gracias a la misión Proba-3 de la ESA, la agencia espacial europea. Esta vez, el objetivo es lanzar dos sondas que trabajarán juntas para hacer algo nunca antes visto: crear eclipses artificiales.
Mira esos dos
La misión Proba-3 destaca por su carácter innovador. Dos sondas espaciales, coronógrafo e Esconder, funcionarán en perfecta sincronización para simular eclipses en el espacio. Este método poco convencional permitirá a los científicos estudiar la corona solar con una frecuencia y precisión sin precedentes.
La corona, un pequeño resumen, es esa parte (externa) del sol que aún esconde muchos secretos, y que pronto podría revelar nuevos aspectos gracias a esta iniciativa.
El ballet de las sondas
La órbita de las dos sondas será elíptica y prolongada. Durante cada rotación, que dura aproximadamente 19,5 horas, las sondas se alinearán durante seis horas en una formación que simula un eclipse. La distancia entre ellos será de aproximadamente 144 metros, ni más ni menos: la precisión es fundamental para el éxito del experimento.
¿Por qué? Para conseguir que las sondas acaben "golpeándose" entre sí. Lo reformularé: hacer que la sombra del Ocultista bloquee la luz del sol hacia los paneles solares del Coronógrafo. Un aspecto que demuestra lo improbable que es el desafío tecnológico de esta misión.
A partir de los eclipses comienza una nueva era de observaciones solares.
Los eclipses terrestres ofrecen momentos preciosos para observar la corona solar, pero son breves y raros. Proba-3 cambiará este escenario y proporcionará a los investigadores datos de alta calidad casi a diario. Un estudio en profundidad de la corona ayudará a comprender mejor las tormentas solares y la generación de viento solar, así como a medir la producción total de energía del sol. Y estos son datos que son de crucial importancia para comprender el impacto del sol en la Tierra.
El entusiasmo por el lanzamiento de la misión es palpable y en Bélgica la empresa fabricante ya ha mostrado prototipos completos. ¿Plan General? Un eclipse solar real, el del 8 de abril, visible en Norteamérica. En base a estos resultados, presumiblemente se fijará una fecha en septiembre de 2024.
Las implicaciones de esta misión irán mucho más allá de la simple observación espacial. Influirán en nuestra comprensión del sol y su impacto en la vida diaria. En este baile entre tecnología y ciencia, Proba-3 se prepara para dar el siguiente paso.