El mundo de la agricultura está al borde de una revolución. Crédito al proyecto. ViVe_Beet y su innovadora tecnología de pulverización de ARN. Este enfoque de vanguardia ofrece una solución ecológica al problema de las plagas resistentes a los insecticidas químicos y también tiene como objetivo proteger la biodiversidad y la salud de las abejas.
Utilizando un método biológico basado en ARN (ARNi), el proyecto promete reducir significativamente las pérdidas en cultivos, como la remolacha azucarera afectada por el pulgón verde del melocotón (myzus persicae). Si quieres más información, Puedes encontrar la investigación aquí.
El desafío de los pulgones y la respuesta de ARNi
Los pulgones verdes del melocotón, conocidos por su resistencia a los insecticidas químicos, son un problema grave en la agricultura moderna. Mauricio Pierry del Fraunhofer IME destaca que el daño puede llegar al 50% de la cosecha. Sin embargo, la técnica RNAi ofrece una solución eficaz que se dirige a estos parásitos sin afectar negativamente al ecosistema circundante.
El camino hacia la innovación comenzó con la identificación de genes específicos en pulgones, cuyo silenciamiento mediante ARNi provoca problemas de muda, reducción de la descendencia y aumento de la mortalidad. Después de numerosas pruebas, los investigadores seleccionaron los genes cruciales. A continuación, desarrollaron una fórmula para proteger el ARNbc de los elementos ambientales hasta que sea absorbido por el intestino del pulgón.
Ensayos en invernadero y desarrollos futuros: ¿adiós a los insecticidas químicos?
Las primeras pruebas en invernadero han mostrado resultados prometedores, con una tasa de mortalidad del 70% y una reducción significativa de la población de pulgones. El siguiente paso será realizar pruebas de campo para evaluar la eficacia del spray de ARN en condiciones ambientales reales. Esta evidencia es esencial para comprender completamente el potencial y el impacto de la tecnología.
La tecnología de pulverización de ARN tiene el potencial de reducir drásticamente la dependencia de insecticidas químicos, promoviendo una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. También puede adaptarse para combatir otros parásitos, virus y hongos. Su impacto selectivo y su carácter ecológico lo convierten en una solución ideal para la agricultura del futuro.