Llega una innovación en el campo de la química atmosférica, con un descubrimiento que podría marcar un punto de inflexión en la lucha contra el calentamiento global. Investigadores de la Universidad de Copenhague han desarrollado un sistema llamado Sistema Fotoquímico de Erradicación de Metano (MEPS), que puede acelerar drásticamente la descomposición del metano, un gas de efecto invernadero extremadamente potente, reduciendo su impacto en el medio ambiente.
La tecnología, que combina cloro y luz ultravioleta, representa una verdadera esperanza para reducir los efectos del cambio climático. Sin embargo, les contaré más sobre esto más adelante: mientras tanto, arrojemos luz sobre el "villano" de esta historia: el metano.
Metano: un desafío ambiental
El metano es un gas de efecto invernadero particularmente potente y contribuye significativamente al calentamiento global. Proviene tanto de fuentes naturales como los humedales como de actividades humanas como la producción de alimentos, el tratamiento de aguas residuales y la producción de gas natural.
Una vez liberado a la atmósfera, tarda hasta 12 años en descomponerse naturalmente en dióxido de carbono. Sin embargo, en el transcurso de 25 años, el impacto climático del metano es 85 veces peor que el del CO2.
MEPS: una revolución tecnológica
MEPS representa una solución innovadora con un potencial extraordinario. Como se mencionó, mediante el uso de cloro y luz ultravioleta, el sistema desencadena una reacción en cadena que descompone el metano mucho más rápidamente que los procesos naturales. “Por lo general, se descompone a un ritmo lento porque no reacciona fácilmente con otros elementos de la atmósfera”, explica. Mateo Stanley Johnson, profesor de química atmosférica de la universidad.
Sin embargo, con la ayuda de la luz y el cloro podemos desencadenar una reacción y descomponer el metano unas 100 millones de veces más rápido.
Cómo funciona MEPS
En MEPS, el metano se recoge en una cámara de reacción, donde se introducen moléculas de cloro. A continuación, se utiliza luz ultravioleta para dividir el cloro en átomos altamente reactivos.
Estos átomos de cloro eliminan los átomos de hidrógeno del metano para formar ácido clorhídrico (HCl), que puede capturarse y reciclarse. Luego, el metano se descompone en dióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono (CO) e hidrógeno (H2), exactamente como ocurre en la naturaleza. pero a una velocidad mucho mayor.
¿Cuánto cuesta?
Las investigaciones han demostrado que este enfoque puede degradar 58% del metano en el aire, con mejoras adicionales que resultan en un 88% de limpieza de metano en la cámara. El próximo objetivo del equipo es escalar la tecnología para que quepa en un contenedor de 13 metros, que podría conectarse a un sistema de ventilación en una granja, donde se produce mucho metano.
Las granjas actuales son instalaciones de alta tecnología donde el amoníaco ya se elimina del aire. Por tanto, eliminar el metano a través de los sistemas de purificación de aire existentes es una solución obvia.
Mateo Stanley Johnson
Tecnología “antimetano”: perspectivas de futuro e impacto ambiental
Los resultados de la investigación, publicados en la revista Environmental Research Letters (te los enlazo aqui), ya han dado lugar a la creación de una nueva empresa, Carbono ambiental, cuyo objetivo es hacer que esta tecnología esté disponible a gran escala. La promesa de MEPS es la de un cambio significativo en la forma en que podemos abordar los desafíos ambientales.
La lucha contra el calentamiento global requiere soluciones innovadoras y audaces, y MEPS parece ser exactamente lo que nuestro planeta necesita.