En la era de la información digital, debe cuestionarse la noción común de que los jóvenes están intrínsecamente dotados para la tecnología (hasta el punto de que se les ha apodado “nativos digitales”). El profesor edward palmer de la Universidad de Adelaide destaca cómo esta supuesta familiaridad con la tecnología no se traduce necesariamente en habilidades reales, especialmente en el contexto educativo.
Jóvenes “nativos digitales”: ¿mito o realidad?
El término “nativos digitales”, acuñado allá por 2001 da Marcos Prensky, describió una generación que creció en la era de Internet y la tecnología omnipresente, en contraste con los "inmigrantes digitales", o generaciones anteriores. Prensky argumentó que estos jóvenes “piensan y procesan la información de una manera total y fundamentalmente diferente” que las personas mayores. Bueno, esta creencia está empezando a flaquear bajo el peso de nuevas investigaciones.
Según Palmer, la idea de los nativos digitales se basa en suposiciones no validadas por evidencia concreta. El error fundamental es suponer que la familiaridad generacional con la tecnología se traduce automáticamente en dominio de la misma. En realidad, muchos jóvenes pueden utilizar dispositivos con fines sociales o de entretenimiento, pero esto no implica automáticamente competencia en un uso tecnológico más amplio y significativo, especialmente en entornos educativos. De lo contrario.
La educación tecnológica es esencial
Este “pequeño malentendido” en realidad tiene importantes repercusiones en la educación. A menudo se supone que los jóvenes no necesitan ser educados en el uso de la tecnología, pero esto es una falacia. Para convertirse en expertos digitales en su viaje de aprendizaje, los estudiantes necesitan ser guiados y capacitados, ya que el aprendizaje requiere un proceso estructurado.
Comprender qué es un hipervínculo, por ejemplo, no es intuitivo para los niños criados con iPads. Asimismo, la capacidad de pensar críticamente sobre la información proporcionada por herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT debe desarrollarse a través de la educación. ¿Esto te parece poca cosa?
Preparando a los estudiantes para el futuro digital
En la era del auge de la inteligencia artificial, es crucial garantizar que los estudiantes tengan la capacidad de interactuar intelectualmente con estas tecnologías. Esto va más allá de simplemente ver una película para ver el fin de semana.
Palmer sugiere que la enseñanza digital debería integrarse en otras partes de la escuela. No se trata sólo de tener una sesión dedicada, sino de infundir comprensión digital en varios aspectos de la educación, incluidas las perspectivas éticas del uso de la tecnología.
Los estudiantes necesitan una base sólida de conocimientos fundamentales y habilidades críticas para utilizar la IA de forma eficaz. Esto plantea desafíos tanto en la educación primaria como secundaria y en la educación superior.
Los jóvenes no nacen digitales: se vuelven digitales
El mayor desafío es fomentar el estudio en profundidad en una época en la que las respuestas están disponibles a través de herramientas digitales. El papel de los educadores es fundamental para garantizar que los estudiantes estén equipados no sólo con respuestas inmediatas, sino también con las habilidades y conocimientos para navegar y comprender el mundo digital de una manera crítica e informada.
En la era de la hipervelocidad, de sobreestimulación y bajo demanda, aprender un poco de "pensamiento lento" podría convertir a los jóvenes en "adquisiciones digitales", dado que no nacieron con ello.