Las innovaciones en el campo médico nunca se detienen. Algunos más rápidos, otros más lentos, todos son inexorables. Hoy un dispositivo desarrollado realizado por un equipo de investigadores de la Universidad Northwestern promete un nuevo salto cualitativo en las pruebas de drogas.
Con la capacidad de simular la interacción de un fármaco con ocho órganos simultáneamente, Lattice (así es el curioso nombre del dispositivo) promete afinar como nunca antes la precisión y eficacia de las pruebas preclínicas. ¿En qué se traduce esto? Medicamentos más seguros y tiempos de desarrollo reducidos. La era de la simulación multiorgánica ha comenzado.
La innovación detrás de Lattice
La industria farmacéutica siempre se ha enfrentado a importantes desafíos en el desarrollo y las pruebas de fármacos. La necesidad de comprender en profundidad cómo interactúa un medicamento con el cuerpo humano es fundamental, pero los métodos de prueba tradicionales, a menudo basados en modelos animales, tienen claras limitaciones. Piénsalo, sólo el% 10 de los medicamentos que entran en ensayos clínicos llegan realmente al mercado. La mayoría fracasa debido a su ineficacia o a efectos secundarios intolerables, fracasos que representan no sólo una pérdida económica, sino también un retraso en la prestación de una atención que podría salvar vidas.
Lattice puede afectar precisamente a este límite. No es una herramienta sencilla: es una plataforma avanzada que simula la interacción de un fármaco con diferentes órganos humanos. Hannes Campo, primer autor de la investigación sobre el dispositivo (te lo enlazo aqui), destacó la importancia de Lattice de manera bastante elocuente.
Esto es lo más fiel en este momento para replicar la dinámica del cuerpo humano fuera del cuerpo humano.
Una declaración audaz, pero que se basa en la tecnología detrás de Lattice. pero como funciona? Vayamos en orden.
Un “cuerpo en una caja” para pruebas de drogas
El dispositivo, del tamaño aproximado de una pequeña caja de zapatos, contiene ocho pequeños recipientes conectados por canales. Estos vasos se pueden llenar con muestras de tejido, células enfermas, candidatos a fármacos y más. Conectando estos "pozos" existen canales, que permiten el flujo de un líquido llamado "medio", que actúa como sangre en un flujo circulatorio. Este “medio” actúa como transportador, transportando sustancias de un pozo a otro, simulando así cómo una droga o sustancia se movería e interactuaría en el cuerpo humano.
Por ejemplo, si un fármaco se metaboliza en el hígado, es posible que los investigadores quieran ver cómo los metabolitos resultantes afectan a otros órganos. Con Lattice, pueden colocar una muestra de tejido hepático en un pocillo y otro tejido en pocillos adyacentes, y luego observar las interacciones.
En resumen, un paso intermedio ventajoso entre los estudios en animales y los ensayos clínicos.
Un simulador de enfermedades
Además de las pruebas de drogas, Lattice tiene el potencial de usarse cuando los investigadores intentan comprender una enfermedad y cómo se propaga.
Actualmente, el laboratorio de Northwestern está utilizando Lattice para estudiar el síndrome de ovario poliquístico (SOP), un trastorno hormonal incurable que es una de las principales causas de infertilidad. Buena suerte chicos: para vosotros y para nosotros también.