Una startup japonesa está desafiando todo lo que sabíamos sobre la regeneración dental, llevando la ciencia a un nivel completamente nuevo. Toregem Biofarmacia, con su equipo de investigadores, inicia ensayos clínicos de un fármaco que podría cambiar para siempre la forma en que vemos la salud bucal.
Este no es un tratamiento simple, sino la posibilidad de que vuelvan a crecer los dientes perdidos. Si crees que es demasiado bueno para ser verdad, sigue leyendo y prepárate para quedarte… sin palabras.
Parecía un milagro
Estudios sobre medicina regenerativa Se han logrado grandes avances en las últimas décadas, pero la capacidad de regenerar partes del cuerpo humano siempre se ha visto como una utopía.
El Dr. katsu takahashi, investigador principal del proyecto y jefe del departamento de odontología y cirugía bucal del Instituto de Investigación Médica del Hospital Kitano, ha dedicado gran parte de su carrera a esta causa. Su investigación comenzó hace casi 20 años, en 2005 en la Universidad de Kyoto, y condujo al descubrimiento de un gen particular en ratones que afecta el crecimiento de sus dientes.
El gen, llamado USAG-1, puede estimular el crecimiento de los dientes si se suprime. De ahí la idea de desarrollar un “fármaco de anticuerpos neutralizantes” capaz de bloquear USAG-1.
De la teoría a las pruebas clínicas
Después de probar con éxito la teoría. en ratones, el equipo también amplió sus experimentos a los hurones, animales con un patrón dental similar al de los humanos. Los resultados fueron igualmente prometedores.
Ahora, el siguiente paso son los ensayos clínicos en humanos. El fármaco se probará inicialmente en adultos sanos el próximo julio de 2024, y en 2025 en niños de entre dos y seis años que padecen anodoncia, un raro trastorno genético que implica la ausencia de seis o más dientes de leche y/o permanentes.
¿Un futuro sin prótesis?
Según el diario japonés, los niños que participan en ensayos clínicos recibirán una dosis única del medicamento para ver si provoca el crecimiento de los dientes. Si las pruebas son positivas, el medicamento podría obtener la aprobación regulatoria para 2030. Esto podría marcar el final de la era de las dentaduras postizas y los implantes como única solución para la pérdida de dientes.
Y el comienzo de un futuro donde la naturaleza y la ciencia trabajen juntas para ofrecer soluciones que antes se consideraban imposibles. ¿Cómo puedes no sonreir?