La NASA acaba de dar un paso extraordinario en nuestra incesante búsqueda por comprender el universo. Con una preciosa muestra del asteroide Bennu ahora en la Tierra, estamos más cerca que nunca de descubrir nuevos secretos de nuestro sistema solar.
La muestra recogida por la misión OSIRIS-REx representa mucho más que un simple trozo de roca. Bennu, de donde OSIRIS-REx tomó su muestra, está compuesto de material que se cree que tiene unos 4,5 millones de años. Esto lo convierte en una cápsula del tiempo. Un fragmento de historia que podría contener respuestas a preguntas fundamentales sobre nuestro sistema solar y, quizás, nuestra propia existencia.
La misión y su inestimable valor
Lanzada en 2016, la misión OSIRIS-REx tenía el ambicioso objetivo de alcanzar el asteroide Bennu, recolectar una muestra de 250 gramos y traerla de regreso a la Tierra. Y ahora, después de un viaje de casi 2 mil millones de kilómetros (1,2 mil millones de millas), ha regresado a casa. Pero ¿por qué todo este esfuerzo por un poco de polvo y roca?
melissa morris, director del programa OSIRIS-REx, subrayó la importancia de misiones como ésta, afirmando: "Misiones como ésta nos permiten investigar la rica población de asteroides de nuestro sistema solar, lo que puede proporcionarnos pistas sobre cómo se formó y evolucionó el sistema solar". Es como intentar leer la historia de nuestros orígenes.


Aterrizaje de precisión
La cápsula científica que contiene la preciosa muestra, aterrizó en el campo de pruebas y entrenamiento de Utah del Departamento de Defensa de Estados Unidos, un área elegida por su inmensidad y su historia de misiones de retorno de muestras de la NASA como Genesis y Stardust.
Toda la misión requirió una precisión extrema, especialmente cuando la nave espacial tuvo que llegar al asteroide y recolectar su muestra (lo que sucedió en 2020).
Gracias a esta precisión finalmente pudimos entender si nuestra vida se formó en antiguos cuerpos de asteroides como Bennu y luego fue "entregada" a la Tierra.
No es una teoría nueva, pero OSIRIS-REx finalmente podría validarla.
No solo Bennu: esperamos otras evidencias cósmicas
Aunque la misión OSIRIS-REx es la primera vez que la NASA trae aquí una muestra de un asteroide, no es la primera misión de este tipo a nivel mundial. La agencia espacial japonesa JAXA ya ha recogido muestras de asteroides en sus misiones Hayabusa y Hayabusa 2.


Los dos asteroides a los que llegaron las misiones, Ryugu y Bennu, tienen forma de peonza, pero son muy diferentes en tamaño y color. Al analizar y comparar sus muestras en la Tierra, los científicos esperan comprender mejor también estas diferencias.
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