La tecnología de inteligencia artificial avanza a pasos agigantados. Mustafa Suleyman, cofundador de DeepMind, la división de inteligencia artificial de Google, compartió recientemente con CNBC Una predicción interesante: dentro de cinco años, la mayoría de la gente tendrá un asistente personal de IA.
Hablamos de ello (y también varias veces, diría) También aquí. Estos asistentes no serán simples herramientas, sino auténticos "jefes de gabinete" que ayudarán a las personas en las decisiones diarias y en la optimización del tiempo. Y serán generalizados, impulsados por la creciente accesibilidad y reducción de costos de esta tecnología.
La evolución de la IA
Según Suleyman, no tendremos simplemente un asistente virtual que responda preguntas o gestione citas. Será una herramienta que permitirá “conocer” profundamente al usuario, comprender su historia personal y razonar de forma avanzada, casi como un humano.
La idea de que un asistente personal de IA pueda ayudar a cada uno de nosotros puede parecer un lujo reservado para unos pocos, pero Suleyman ve un futuro en el que prácticamente todos tendrán acceso a esta tecnología, como hoy tienen acceso a un teléfono inteligente.
La IA ayudará a las personas a gestionar la información, tomar decisiones informadas y optimizar su tiempo. Podrá organizar nuestro día, ayudarnos a ser más creativos e incluso actuar como asistente de investigación. Será un mentor, un motivador, un animal de compañía.
El camino hacia el asistente de IA
Suleyman no es el único que ve el potencial revolucionario de la IA. Bill Gates, cofundador de Microsoft, escribió que la IA es “tan fundamental como la creación de Internet”. También Tim CookCEO Apple, reconoce el enorme potencial de la IA.
Sin mencionar que los centros de investigación de todo el mundo se preguntan sobre todas las posibles aplicaciones futuras de la tecnología (especialmente en los campos tecnológico, sociológico, político y jurídico).
Donde todo comienza
¿Qué decir? Si Suleyman tiene razón, viviremos en una era en la que las máquinas no sólo piensan, sino que "saben" y "recuerdan". Érase una vez, la idea de un asistente artificial que pudiera anticipar todas nuestras necesidades quedó relegada a las páginas de la ciencia ficción. Hoy podría ser una realidad que llama a las puertas de nuestra vida diaria. Y trae consigo una pregunta fundamental: si la IA se vuelve cada vez más "humana", ¿cómo cambiará nuestra definición misma de "humanidad"?
Quizás, en un futuro no muy lejano, reflexionemos sobre estos tiempos como el momento en que comenzamos a enseñar a las máquinas no sólo a pensar, sino también a “sentir”. Y que las máquinas no son sólo producto de nuestro ingenio, sino un reflejo de nuestras aspiraciones más profundas.