Helsinki, 28 de septiembre de 2023 – Un punto de inflexión trascendental se vislumbra en el horizonte de las aguas finlandesas. Barcos de escala, startup pionera en el sector del transporte marítimo, ha inaugurado el primer servicio de taxi acuático autónomo del mundo.
Estos buques, propulsados por energía solar, prometen reducir drásticamente los costos y abordar la creciente escasez de mano de obra. EL buques autónomos se preparan para navegar entre la ciudad de Helsinki y el cercano archipiélago, marcando el inicio de una nueva era en el mundo del transporte marítimo.
La innovación navega hacia Helsinki
Helsinki es una ciudad verdaderamente característica, caracterizada por una interesante vanguardia tecnológica y una fuerte apuesta por la sostenibilidad. Hoy tiene otro título del que presumir: el primer servicio de taxi acuático autónomo del mundo. Después de un año de probar el transporte eléctrico impulsado por humanos, disponible a través de una aplicación para teléfonos inteligentes, Callboats ha dado el salto. Ahora, los barcos navegan de forma autónoma, pero con un ojo siempre alerta: los “capitanes remotos” están listos para intervenir en situaciones complejas, gestionando varios barcos al mismo tiempo. Para reducir los costos operativos, supongo.
“También para ofrecer un servicio más eficiente y seguro”, afirma el director general Peter Ostberg al periódico local Helsinki Times. Esta afirmación no me convence. Este me parece más centrado, aunque frío acorde con el estilo del lugar: “Hasta el 70% de los costes de transporte en el archipiélago provienen de los salarios de los capitanes. Con los buques autónomos, un solo capitán puede operar hasta cinco taxis acuáticos, lo que garantiza mayores márgenes de beneficio y precios más bajos para los consumidores. La decisión de avanzar hacia la autonomía no es sólo un paso estratégico, sino que también responde a una necesidad real: la falta de capitanes dispuestos a gestionar trabajos repetitivos". ¿Será verdad?
Tecnología y regulación
Sin embargo, la normativa actual exige que al menos un miembro de la tripulación esté a bordo en todo momento. ¿Es necesario? No. O mejor dicho, puede que ni siquiera sea necesario: una serie de cámaras de 360 grados y sensores avanzados te permiten gestionar cada aspecto del viaje de forma independiente. Esto incluye monitorear el entorno circundante, evitar obstáculos, navegar con precisión e incluso desplegar pasarelas de forma autónoma en los muelles. En otras palabras, la presencia humana es "política", superficial. Sería correcto encontrar alternativas laborales para las personas, en lugar de mantenerlas prácticamente desempleadas "por decreto", para mantener el status quo. El hombre debe trabajar donde pueda causar un impacto. Pero esa es otra historia.
Los barcos de Callboats no sólo son "inteligentes", sino también energéticamente eficientes. Cada embarcación tiene una capacidad de 10 plazas y utiliza cuatro propulsores eléctricos de 10 kW, alcanzando una velocidad máxima de 17 km/h. Con una batería de 60 kWh, los barcos pueden navegar durante unas nueve horas a una velocidad de 11 km/h. Por no hablar de la energía solar: una instalación fotovoltaica de 1,5 kW situada en el tejado puede recargar la batería entre 8 y 10 kWh en un día soleado.
Con viajes cortos entre Helsinki y las islas de Kotiluoto, Villaluoto y Malkasaari, Callboats pretende mejorar el acceso a estas joyas escondidas. Ciudadanos y turistas tienen todos los motivos para subir a bordo y disfrutar del viaje. Los trabajadores tienen todos los motivos para exigir apoyo a la hora de organizar nuevas formas de ingresos (por ejemplo, precisamente en el turismo). Ya veremos.