En un laboratorio de la Universidad de Shenzhen, una capa muy fina refleja la luz de una manera fascinante, cambiando de tono según el ángulo. No se trata de una simple pieza de plástico, sino del fruto de años de investigación e inspiración de la naturaleza: un material que imita la extraordinaria capacidad de las alas de las mariposas, capaces de manipular la luz.
Inspiración de la naturaleza
Las mariposas morfo azul (morfo menelao) son criaturas extraordinarias. Sus alas están cubiertas de nanoestructuras que reflejan y desvían la luz entrante, produciendo un color azul que parece vívido y vibrante desde muchos ángulos. wanlin wang y su equipo en Universidad de Shenzhen no han permanecido indiferentes ante este espectáculo de la naturaleza.
Vieron más allá de la belleza y vislumbraron una posible solución a un problema moderno: ¿cómo mantener frescos nuestros coches sin sacrificar la estética?
Una película de “alas de mariposa”
El equipo diseñó una capa delgada que actúa de manera similar a pinturas reflectantes ya presente en el mercado. Pero hay una diferencia clave: si bien las pinturas tradicionales pueden carecer de vitalidad, esta ofrece una gama de colores brillantes (e iridiscentes) que es nada menos que extraordinaria.
El revestimiento, de sólo unos pocos micrómetros de espesor, consta de tres capas. El primero es un compuesto de titanio, silicio y oxígeno. Las capas subyacentes son un vidrio opaco especial y una fina capa de plata tipo "espejo". Este vidrio opaco no es un vidrio común y corriente: tiene innumerables estructuras pequeñas que le dan una apariencia “niebla”, como las alas azules de la mariposa Morpho.
Reflexión, refracción y… ¡refrigeración!
Cuando un material absorbe luz, su temperatura aumenta. Por eso, en un día soleado, el interior de un coche puede parecer un horno. La idea del equipo de Wang era diseñar las capas de la película para difundir la luz, creando un efecto refrescante. Y no se quedaron ahí: también descubrieron cómo controlar el reflejo para cambiar el color del revestimiento.
Imagínese aparcar su coche bajo el sol abrasador. Al cabo de unas horas, incluso me daba miedo tocar el volante, por así decirlo. Bueno, durante las pruebas, Wang y su equipo descubrieron que todas las muestras de recubrimiento permanecían aproximadamente 2 °C más frías que el aire circundante. Pero la verdadera magia surgió cuando hicieron pruebas directamente en un automóvil, comparando el recubrimiento del ala de mariposa con una simple película azul. ¿Resultado? 75°C frente a 42°C. Una diferencia notable.
Un futuro brillante y fresco como alas de mariposa.
Wang es optimista. Ve un futuro en el que este revestimiento fino y colorido podría recubrir los vehículos eléctricos, reduciendo significativamente el consumo de energía del aire acondicionado y aumentando la autonomía del vehículo.
Una vez más, la biomimética nos muestra el camino. Nunca me cansaré de decirlo, estoy loco por eso. Las mariposas Blue Morpho, con sus alas brillantes y coloridas, podrían ser la clave para un futuro en el que nuestros autos no solo sean más geniales, sino también más atractivos.